En el capítulo 5 del evangelio de Marcos, Jesús estaba en medio de una multitud cuando una mujer le tocó. Esta mujer había estado sangrando por 12 años, y el versículo 26 dice que había gastado todo su dinero en doctores. Había sufrido mucho y probablemente vivía aislada debido a las leyes judías.
La mujer extendió su mano y tocó la orilla del manto de Jesús diciendo, “Si tocare tan solamente su manto, seré salva” (v. 28). ¿Cual fue la respuesta de Jesús? Nuestro Señor amorosamente se refirió a ella como “hija”. Me pregunto si alguna vez le habrían saludado con dignidad y respeto. Jesús le dijo que por su fe ya estaba sana y completa.
La fe no solo pide una vez– se resiste a renunciar y no se rendirá. No importa cual sea su problema, o el tiempo que ha tratado con él, no se rinda. No se mantenga aislado. Busque al que le puede salvar.
Reflexione y ore
1. ¿Ante qué aflicción se ha rendido pensando que nunca va a recibir alivio? Confiésela al Señor y pide que le sane.
2. Ore y pida a Jesús que le dé de Su espíritu de amor y compasión mientras interactúa con aquellos que necesitan Su sanidad.
3. Este domingo es el Día de Oración por la Paz de Jerusalén. Por favor ore por la Tierra Santa y pídale a Dios que le dé paz a todos sus habitantes y visitantes.
4. Ore por los capellanes Cuadrangulares y descargue la guía mensual de oración aquí.
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