¿Se siente motivado a ayudar a alguien aun si las probabilidades de que se lo agradezcan son mínimas a nulas?
Aun si recibe las gracias dos de cada 10 veces, está obteniendo mejores resultados que Jesús. Lucas 17:11-19 nos relata cómo Jesús sanó a 10 leprosos mientras pasaba por Galilea y Samaria. Solo uno de los diez regresó a agradecerle a Jesús, aunque proveyó para todos ellos por medio del milagro de sanidad. Por Su poder, la vergüenza y aislamiento de ellos se desvaneció. Sus vidas, antes marcadas por una enfermedad debilitante y aisladora, fueron transformadas.
Pero Jesús nunca sanó para recibir las gracias. Lo hacía porque era importante para él, y esa motivación es lo que más importa.
Trabajando en el ministerio, es fácil enredarse en la validación y reconocimiento de los demás. Para llegar a ser más como Cristo, debemos examinar nuestras motivaciones y servir con amor.
Reflexione y ore
1. ¿Qué le está motivando hoy? En oración, piense en aquellos en su vida que necesitan ministración—especialmente los que a veces no tomamos en cuenta.
2. Piense en los milagros que ha experimentado y reflexione en oración acerca de la bondad de Dios hacia usted.
3. Reflexione sobre su propio espíritu de gratitud. Agradezca a Dios por el trabajo transformador que ha hecho y sigue haciendo en y por medio de usted.
4. Pídale a Dios que bendiga a los misioneros Cuadrangulares actualmente en el campo, y que provea caminos para compartir las Buenas Nuevas con los grupos no alcanzados del mundo. Descargue la guía mensual de oración aquí.
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