Durante la temporada de Adviento, celebramos el nacimiento de Cristo y esperamos Su segunda venida. Pero, ¿qué hacemos nosotros, como Sus discípulos, en el período de anhelo en medio de los dos?
Amamos.
La palabra «amor» en hebreo es ahavah. En términos generales, significa afecto, pero también significa cuidado que uno muestra al otro, a través de acciones. Entre el nacimiento de Cristo y la segunda venida, estamos llamados, por Jesús, a obedecer Su mandato de amar a Dios y a los demás (ver Lucas 10:27).
Como Sus discípulos, el amor debe ser nuestro carácter, el mandato que obedecemos y el fruto que otros disfrutan.
En un mundo lleno de quebranto, la humanidad anhela ser amada. Es a través de nosotros que el mundo quebrantado ve lo que significa ser amado incondicionalmente por Dios. A través de nosotros, el mundo quebrantado debería ver lo que significa corresponder ese amor a Dios, quien luego nos instruye a amarnos unos a otros.
“Les doy un mandamiento nuevo, que se amen unos a otros. Así como yo os he amado, así también ustedes deben amarse unos a otros. En esto todos sabrán que son Mis discípulos, si tienen amor y preocupación desinteresada los unos por los otros” (Juan 13:34-35, AMP [traducción libre del traductor]).
Jesús fue muy claro en que el mundo no sabe que somos Sus discípulos por lo que sabemos, sino por cómo amamos. El amor es cuando nos damos cuenta de que todos somos necesarios y buscamos lo mejor para cada uno. Es cuando nos edificamos, nos apoyamos unos a otros y compartimos el bien que el otro ha hecho.
El amor es quien Dios es; es Su carácter. Es Su mandato y un fruto de Su Espíritu. Como Sus discípulos, el amor debe ser nuestro carácter, el mandato que obedecemos y el fruto que otros disfrutan. Somos Su amor en la tierra y, a través de nuestro amor, atraemos a las personas quebrantadas de este mundo. El resultado final debería ser que la gente quebranta venga a nosotros, y que nosotros los reconciliemos con Su amor.
Ayudemos a otros a experimentar a Emanuel—Dios con nosotros—por medio del afecto y las acciones de amor unos hacia los otros y hacia el mundo quebrantado alrededor nuestro.
Oración + reflexión
- Lea Juan 13 y pídale a Dios que le muestre cómo se ve amarse unos a otros.
- Ore que Dios nos revele las áreas en nuestras vidas e iglesias que necesitamos ajustar, para que todos sepan que somos Sus discípulos.
- Agradézcale a Dios por Su amor en afecto y acción hacia nosotros. Pídale al Espíritu Santo hacer crecer el fruto de amor en nosotros para que otros lo disfruten.
