Mi esposa Monique y yo, nos encontrábamos separados por más de 2.000 millas de distancia, cuando recibimos el llamado de hacer un cambio en nuestras vidas. No era la primera vez que Dios me hablaba.
Fui salvo en una fiesta de cumpleaños en honor del Pastor Larry A. Lee de la iglesia The Gathering Place (Iglesia Cuadrangular de San Bernardino 2) en San Bernardino, California. El Pastor Larry me preguntó si conocía a Jesús, y para el final del día, había entregado mi vida a Dios. Dios me sanó de mi adicción y prometí servirle por el resto de mi vida.
Yo soy originalmente de México y Monique es una nativa americana. Comenzamos a servir junto al Pastor Larry y enviamos equipos de misiones a orfanatos en sectores empobrecidos de México antes de establecernos en San Bernardino y comenzar Armonía (Iglesia Cuadrangular North Hispanic de San Bernardino). Justo cuando todo iba bien, recibimos un llamado. En la Conexión Cuadrangular del 2010 en Atlanta, Dios me dijo que era el momento de comenzar a ministrar a las naciones nativas americanas. Cuando llegué a casa, Monique me dijo que Dios le había hablado a ellla también a través de una visión en oración.
Nos hallábamos confundidos sobre el camino que Él nos pedía tomar. Con un floreciente ministerio hispano, tratábamos de entender cómo y por qué Dios nos hablaba de cambio. Pero la Palabra dice que si escuchamos diligentemente su voz y somos cuidadosos en hacer todo lo que Él pide, las bendiciones vendrán sobre nosotros y nos alcanzarán.
Tomando un año para construir la confianza con la comunidad de nativos americanos, ayunamos y oramos para asegurarnos de haber oído a Dios con claridad. Queríamos estar seguros de que era su voluntad y no la nuestra que fuéramos. Ocho años tras iniciar nuestro ministerio hispano, el Señor nos mostró que era tiempo de irnos.
Dejar nuestra iglesia, una congregación de 80, donde nuestros niños, Aidan y Aharon habían nacido y donde servimos durante 18 años, fue difícil. Pero creo que el Señor facilita el proceso en nuestros corazones y nos ayuda a juntarnos cuando Él nos coloca en posiciones ministeriales.
Dios nos ha usado de maneras extraordinarias en medio del pueblo nativo americano. Comenzamos sirviendo en la Reserva Navajo y ahora estamos ayudando a construir un centro de capacitación en la Reserva Indígena Soboba en las faldas de las montañas de San Jacinto en el condado de Riverside, California. A través de Arise (Levántate), nuestra misión ha de equipar a los nativos americanos para convertirse en pastores y maestros en sus propias reservas.
Hemos ministrado a tribus en Arizona, Montana, Nuevo México y Dakota del Norte, y hemos sido animados por la respuesta, siempre dependiendo en Dios para que nos muestre qué hacer y qué no hacer. Seguimos siempre gozosos, orando sin cesar y dando gracias en todo. Ha sido sorprendente ver las puertas que se abren para nosotros doquiera que vamos.