Para orar por grupos de personas no alcanzadas debemos comenzar orando por nosotros mismos. Orar que tengamos los ojos, los oídos y el corazón del Padre por los perdidos con los cuales no nos sentimos cómodos culturalmente. Sin darnos cuenta, le asignamos a la gente ciertas características que nos atan y nos impide verlos de la manera en que Dios los ve: Personas perdidas por las cuales Jesús también murió.
A veces nos sentimos impotentes al orar por los no alcanzados porque queremos hacer algo. Olvidamos que cuando oramos hacemos mucho y a veces no es tiempo de plantar y regar, sino tiempo de sacar las piedras en oración.v
Hay tantos grupos no alcanzados que el Señor ha traído directamente a nuestras costas, y debemos estar abiertos a alcanzarlos a través de nuestra amistad. Porque nuestras vidas son las que hablan. Solo tiene que vivir su vida y el Espíritu Santo le mostrará, «Sí, es hora de decir algo» o, «Sí, es hora de dar un libro».
Así que, ¿quién está a su alrededor? Puede ser la madre de un compañero de clase de sus hijos o alguien que trabaja en el mercado que es diferente a usted. Ore que el Señor le muestre cómo ser sal y luz para esa persona. Ore que el velo le sea quitado de sus ojos. Ore que no sea esclavizada por su religión. Ore que el Señor le dé estrategias para poder saber qué puede hacer donde usted esté ahora.
Molly fue misionera con Foursquare Missions International por 25 años; de los cuales, sus últimos 16 sirvió a grupos de personas no alcanzadas.
