Wendy Nolasco
Wendy Nolasco

Este año la NBA llevó los campeonatos a “la burbuja”, en donde los equipos compitieron en aislamiento. Y aunque la NBA intentó cambiar su nombre al de un “juego completamente nuevo”, los fanáticos virtuales viendo en las pantallas gigantes, sabían que ese no era el caso. Como siempre, algunos equipos florecieron, mientras que otros fracasaron.

Sin embargo, el contexto para el juego había cambiado dramáticamente. Los atletas que dependían de sinergizar la energía de la multitud para una óptima ejecución, se encontraron presionando más profundamente que nunca en su juego mental. El juego en sí tal vez no haya cambiado, pero la manera en que los jugadores y fanáticos participaban en él, sí.

La iglesia también ha tenido que hacer ajustes en medio de la pandemia. Este año también ha traido preguntas, probado motivos y tamizado el ambiente del liderazgo espiritual. Darle sentido a nuestros momentos requiere que reflexionemos, consideremos y digiramos lo que hemos aprendido y en quiénes nos hemos convertido.

El Supervisor del Distrito Northwest, Dave Veach, lo pone de esta manera: “En el basquetbol, el pie de giro debe permanecer firme mientras uno se mueve en cualquier cantidad de direcciones. De la misma manera, la iglesia está aprendiendo a permanecer firme en su misión de hacer discípulos mientras gira. Aunque puedan enfrentar críticas por moverse en una dirección, aquellos que giran y experimentan con la guía del Espíritu Santo, están logrando su misión”.

Varios de nuestros supervisores distritales aportaron a este tema, y sus contribuciones a continuación, revelan lecciones y principios importantes para todos nosotros, líderes de iglesias, esforzándonos por permanecer en misión en medio de la pandemia.

La adaptabilidad es el nombre del juego

Cuando cambia el contexto, este puede desorientar y perturbar, mientras que le permite a usted volverse sensible a los susurros del Espíritu Santo, y aún ver el lugar de su llamado con perspectiva fresca. Las interrupciones pueden convertirse en regalos para el líder que es adaptable. Peter Bonanno, supervisor del Distrito Northeast Atlantic, observa que una lección clave es “desarrollar juntos una percepción dirigida por el Espíritu buscando la voluntad de Dios en oración, aferrándonos a las cosas sin apretarlas y planeando con la capacidad de girar rápidamente (1 Crónicas 12:32).”

La identidad es fundamental

En la medida en que se han colocado límites sobre los líderes, esto nos ha forzado a responder estas preguntas: “¿Quiénes somos?” y “¿Por qué existimos?” “Como resultado”, comparte Juan M. Vallejo, supervisor del Distrito Hispano del Suroeste, “las iglesias están aprendiendo a priorizar sus valores y a crear nuevas maneras de asegurarse que estos valores continúen”.

Cuando todo lo demás es presionado, quién es usted, a quién pertenece y porqué existe usted, sale a la superficie de maneras tangibles. La expresión intangible de la vida de la iglesia “provoca y presiona a las iglesias locales a reevaluar sus valores más profundos”, dice Pam Wold, supervisora del Distrito MidSouth.

“El contexto ha cambiado. Mientras que algunos esperan el regreso a la normalidad, otros han aceptado que la normalidad es un blanco en movimiento, y que la adaptación a lo que es, es clave”. —Wendy Nolasco, supervisora general de La Iglesia Cuadrangular (Estados Unidos)

Organizando con las botas sobre el terreno

Sam Rockwell, supervisor del Distrito Gateway, comparte: “Pablo no era ‘hábil organizacionalmente’, sino más bien hábil en ‘organizar’. Esto es, no estaba tanto administrando personas, como más bien presente de manera activa en el campo a través del cuidado, enviados personales, visitas a hogares y discipulado personal (Hechos 15:36), por medio de los que se desarrollaba y tomaba forma el ministerio. Pablo plantó iglesias en cuatro provincias clave de Galacia, Macedonia, Acaya y Asia. Lo hizo en un período de 10 años, y estuvo involucrado directa y personalmente. Los líderes clandestinos siempre están comenzando nuevos puestos de avanzada, buscando gente nueva en lugares nuevos y facilitando el trabajo complicado de organizar pequeños entornos para comunidad y aprendizaje”.

La mentalidad culturalmente inteligente

“En Romanos 16, Pablo menciona a 30 de sus amigos por nombre. Vale la pena investigar a esta gente porque es un grupo muy diverso en cuanto a raza, idioma, género y estatus social”, continúa Sam. “El ‘apóstol a los gentiles’ nunca estuvo solamente haciendo crecer una iglesia, sino siempre multiplicando a la iglesia a través de las culturas, idiomas y geografías. Solo leer algunos de los nombres mencionados en Hechos y Romanos—Arquipo, Claudia, Damaris, Linio, Pérsida, Pudente y Sópater—habla de los mundos sociales de rica textura que Pablo navegó. Los líderes siempre están descubriendo y absorbiendo nuevas culturas y etnicidades para que el evangelio pueda ir a ellos y ser enriquecido por ellos”.

El contexto ha cambiado. Mientras que algunos esperan el regreso a la normalidad, otros han aceptado que la normalidad es un blanco en movimiento, y que la adaptación a lo que es, es clave. Las cualidades que surgen en los líderes durante una crisis son las que se han forjado en el anonimato—a menudo ocultas, cultivadas en la oscuridad y solo reveladas a la luz de la presión. La presión crea resistencia, y esa resistencia forma resiliencia. La resiliencia es una habilidad que todos necesitan para los días por venir. La resiliencia para defender la verdad, negociar la reconciliación con adversarios y contender por la paz en todos nuestros caminos (Mateo 5:9).

El liderazgo hoy tiene menos que ver con el carisma y más con el carácter. Estos no son mutuamente excluyentes, pero uno no puede dejar atrás al otro. Al liderar, navegando la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad, recuerde las palabras del salmista: Él “lo cuidó con sinceridad de corazón y lo dirigió con manos diestras.” (Salmo 78:72, NTV).

es la vicepresidenta/supervisora general de la Iglesia Cuadrangular.
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