La paciencia es fruto del Espíritu. Como fruto, esto significa que una semilla se tiene que sembrar. Esas semillas necesitan tiempo para crecer, y conlleva un periodo de espera hasta que el fruto esté listo para comerse.
Irónicamente, descubro que cuando estoy luchando por esperar en el Señor, a menudo es Él quien me ha estado esperando. Una de las mejores maneras de cultivar semillas de paciencia en nuestras vidas es considerar al Señor y su paciencia para con nosotros.
Isaías 40:31 describe un tipo de espera activa, como la de un camarero en un restaurante, uno que está atento y listo para responder en todo momento. Imagínese si considerásemos esperar en el Señor como un acto de obediencia, listos para lo que tenga para nosotros. Este corazón de disponibilidad a obedecer permite que las semillas de la paciencia crezcan hasta ser el fruto de la persona paciente que Dios nos ha llamado a ser.
Puntos de Oración
- Pídale al Señor que le enseñe a esperar en Él.
- Pregúntele si Él lo está esperando en algo, y por valor para obedecer.
- Pídale que levante el fruto de la paciencia en usted, y que usted sea paciente con otros, así como Él es paciente con nosotros.