Desde mi niñez, me ha intrigado el fruto del Espíritu del cual Pablo comparte en Gálatas 5:22.
Mis primeros recuerdos de este concepto son de una maestra de escuela dominical dándome un dibujo de un tazón lleno de manzanas, bananas y naranjas que yo debía colorear – ¡dentro de las líneas por supuesto! – mientras nos enseñaba sobre el amor, el gozo, la paz, la paciencia, la amabilidad, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre y el auto-control.
Lo que faltó en esa lección fue el entendimiento de que estas características eran el producto de una amistad profunda y perdurable con Dios. Estos no son atributos que laboramos para conseguir por nuestra fuerza de voluntad; son el resultado de la presencia transformadora del Espíritu Santo.
Cuando las tinieblas, el dolor y la desesperación prevalecen por todos lados, el fruto del gozo puede aparecer desplazado. Sin embargo, este fruto hermoso no se produce ni depende de las circunstancias externas. Más bien, florece en medio de tal ambiente debido a su fuente interna, el poder del Espíritu Santo.
Puntos de Oración
- Ore que la siguiente generación (individuos con edades de cuna hasta la universidad) alrededor del mundo sea llena del Espíritu Santo, y madure en su amistad e intimidad con el Espíritu.
- Ore que la iglesia sea conocida por su gozo contagioso.
- Ore que la iglesia perseguida alrededor del mundo tenga un cántico de gozo en medio de las tinieblas.
- Ore que cada iglesia local encuentre un nuevo nivel de gozo cada vez que se reúna para adorar.