Sin importar las circunstancias a nuestro alrededor, crear una cultura de generosidad en la iglesia local es sumamente importante. De hecho, estas palabras clave son ingredientes para la “salsa secreta” de una gran iglesia:
CREAR – ser intencional
CULTURA – valores y conocimiento compartidos (actitudes y conducta)
GENEROSIDAD – Ser abundante o grande (no necesariamente de manera monetaria)
IGLESIA – la asamblea de ciudadanos (en nuestro caso, del pueblo de Dios)
SIN IMPORTAR – a pesar de
No importa cuán grande o pequeño sea su acto de dar, su generosidad es realmente el regalo que sigue dando, una luz que brilla en la oscuridad.
Una vez escuché a alguien decir: “Si usted quiere que otros sean felices, practique la generosidad. Si usted quiere ser feliz, practique la generosidad”. Muchos resultados de investigaciones sugieren que dar de usted mismo, su tiempo o su energía pueden disminuir la depresión, mejorar su satisfacción de vida y proveer claridad sobre su propósito en la vida.
Los sentimientos maravillosos al dar son poderosos y gratificantes. Cuando pasamos nuestro tiempo dando a otros, no hay espacio en nuestras vidas para el aislamiento, el diálogo interno negativo y el egoísmo. Al contrario, cuando extendemos nuestras manos a otros, nos permitimos más oportunidades para conectarnos y convertirnos en uno con nuestras familias, nuestras comunidades y el mundo en que vivimos.
El dar en muchas iglesias ha disminuido debido a los desafíos que hemos enfrentado este último año. Pastores, los animo a liderar con el ejemplo – sea un dador – y lidere una iglesia que da. No importa cuán grande o pequeño sea su acto de dar, su generosidad es realmente el regalo que sigue dando, una luz que brilla en la oscuridad. Así que, entregue de usted mismo hoy y alimente su alma.
