Vea como su iglesia puede crear una cultura globalmente catalítica que alcance más allá de sus paredes, su vecindad y hasta más allá de su país.
¿Puede creer que nos toca vivir en el mejor momento de la historia humana para presentar las Buenas Nuevas de Jesucristo al mundo? Nunca antes hemos tenido acceso a tanta gente con modalidades tan diversas. Podemos viajar a casi todo grupo humano en el mundo, y ellos pueden viajar hasta nosotros. Con los medios sociales, podemos hacer amigos y compartir el evangelio alrededor del mundo sin siquiera abordar un avión.
Tampoco estamos solos en nuestra movilidad de transporte. La Cuadrangular ahora es una iglesia creciente y global en donde cada nación tiene Hechos 1:8 en su Biblia al igual que nosotros. Más seguidores de Cristo están llevando las Buenas Nuevas a lo largo de sus naciones y hasta «los confines de la tierra,» lo cual, si usted es de Papua Nueva Guinea, tal vez le lleve a Dallas (historia verdadera).
Colaboraciones
¿Qué significa ésto para nosotros? Significa que podemos desarrollar colaboraciones con otros que comparten nuestra misión – trabajar juntos es nuestra especialidad. Un antiguo proverbio africano dice, «Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres ir lejos, ve acompañado».
Foursquare Missions International (FMI, o Misiones Cuadrangulares Internacionales) está posicionada para colaborar. FMI puede ayudar a equiparlo para el ministerio global y vincularlo con transformadores catalíticos de naciones que son parte de su familia alrededor del mundo. Por medio de estas colaboraciones estratégicas, la expansión del evangelio puede incrementarse exponencialmente.
No somos ingenuos ante los peligros y amenazas por todo el mundo, ni tampoco estamos mirando por medio de los lentes de los 10 espías que perdieron su destino divino porque su visor tenía el lente del temor; más bien, estamos mirando a través de los lentes de Josué y Caleb, quienes vieron promesa y oportunidad.
Ir
La gente catalítica ve la cosecha donde es más difícil. Es a esos lugares difíciles donde tenemos que ir. Millones están esperando escuchar las Buenas Nuevas de Jesús. Sin embargo, antes de abordar un avión e ir a esos lugares difíciles, necesitamos adquirir preparación y entrenamiento esenciales. El mundo ha cambiado, pero la Palabra no. Entonces, ¿qué hacemos?
Proclamación y Demostración
En el mismo primer versículo de Hechos 1, Lucas, el escritor, nos da claves y dice que ha escrito sobre todo lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar. Sencillo pero profundo, Jesús era una persona de acción, o «demostración,» y de enseñanza, o «proclamación».
Su prometido empoderamiento del Espíritu Santo nos es dado para poder experimentarlo llevar el reino de Dios donde no está. Esta proclamación está incluida en la Gran Comisión de los Evangelios en lo que enseñamos y proclamamos con nuestras palabras. La demostración, según el ministerio de Jesús, involucraba poder para sanar y liberar tanto como compasión para servir, cuidar y amar.
Interesante que éstos realmente han sido la genética del movimiento Cuadrangular desde su inicio. Somos un movimiento de proclamación y demostración, para que el mundo no solo oiga el evangelio sino que también vea el evangelio. Este empoderamiento es el núcleo del ministerio catalítico. Es este tipo de ministerio que merece el término «catalítico».
Para ser globalmente catalítico se requiere que seamos contextuales y encarnacionales. El mensaje es el mismo, pero los métodos cambian. Jesús fue el primer misionero, y vino a nosotros viviendo lleno de gracia y verdad entre nosotros. Los verdaderos catalizadores son misioneros que traspasan fronteras y que viven el mensaje de Cristo con el poder y la compasión de Su Espíritu. Están revestidos de Cristo de tal forma que los habitantes locales ven a Jesús como uno más de ellos.
Cosas grandes están sucediendo hoy, y pueden suceder a través de todos nosotros. No sé qué usted sienta, pero yo no quiero solo ver grandes cosas suceder por la ventana. Quiero estar en medio de todo esto. Vayamos y hagamos esto juntos como una familia Cuadrangular en misión.
Hay nueve maneras de cómo podemos desarrollar una cultura catalítica transcultural:
- Invite a la gente a orar en idiomas distintos de la lengua principal de su iglesia; dé plataforma y celebre a otras naciones y construya una cultura de oración por ellas.
- Enseñe frecuentemente y de manera expositiva Escrituras sobre misión.
- Involúcrese localmente con las naciones en su vecindad. Dios ha traído a mucha gente no alcanzada y sub-alcanzada a su ciudad por una razón. Aprenda sobre estos vecinos y comparta lo que aprenda con su congregación.
- Construya relaciones de respeto con sus vecinos de otras naciones (agregue café, té y comida). Esto es perfecto para las familias, ancianos y jóvenes por igual.
- Identifique la tierra natal de los inmigrantes de su ciudad. Considere conectarse con la Cuadrangular en sus países de origen. Si usted ama a sus naciones a menudo le amaran a usted y le querrán ayudar en lo que usted ayuda a sus naciones.
- Movilice a todos. Es tiempo de cosecha; equipe y desate su fuerza global.
- Conéctese con misioneros y líderes globales a través de FMI. Ellos conocen las necesidades de sus áreas y cómo pudiera ser más efectivo catalizando el mundo allí.
- Descubra a aquellos en su iglesia a quienes el Espíritu ya ha conmovido sus corazones para alcanzar a las naciones. Nombre a una persona como punto de contacto para el ministerio global en su iglesia para mantener la conciencia y la oportunidad siempre enfrentes.
- Construya una cultura de respuesta a la Gran Comisión: Enseñe a las personas a orar consistente y tenazmente para que las fortalezas sean derribadas y el evangelio se pueda proclamar con efectividad.