Sharon L. Pyant es “como una niña en una tienda de golosinas” cuando se pone su insignia de capellán para sus visitas semanales a dos empresas del área de Kansas City, Missouri. “Tengo todo este campo de misión en el que puedo compartir individualmente con la gente y estar ahí para apoyarles en sus momentos de necesidad”, dice.
Mientras que los servicios de capellanes han sido bien recibidos desde hace tiempo en el mundo institucional – desde los militares y los equipos de socorro de primera respuesta, hasta las prisiones y los hospitales-, su presencia en el mercado ha sido hasta hace poco relativamente pequeña. Sin embargo, Sharon forma parte de un número creciente que encuentra oportunidades para un ministerio discreto en el lugar de trabajo, donde los empleadores reconocen su valor en apoyo de un entorno laboral saludable.
Al entablar amistad con los empleados en las dos empresas que visita — atiende virtualmente a una tercera empresa de trabajo a distancia —, ofrece un oído atento y una palabra de aliento a quienes tengan necesidades, dirige a los que necesitan ayuda especializada a otros recursos y, cuando se le invita, ora por preocupaciones concretas.
“Ayudar a la gente a poner la vida en perspectiva es realmente significativo”, explica Sharon. “Por eso hago lo que hago, porque la gente está sufriendo, y cuando lo están, sólo tienes que estar ahí para ayudarles a saber que Dios está con ellos, que esto es hoy. No es para siempre; esto es por el momento”.
Sharon recuerda haber apoyado a un empleado durante varios meses, cuando su hijo fue hospitalizado para someterse a una operación de trasplante. “Le llamaba, oraba con él e intentaba ayudarle a entender que las cosas están en manos de Dios, que Dios es bueno, Él es fiel, que siga confiando en Él”, dice. “Él está muy agradecido de que pudiera acompañarle durante todo ese tiempo, porque tenía tanto miedo de perder a su hijo. Poder estar ahí para él significó todo para mí”.
“Ayudar a la gente a poner la vida en perspectiva es realmente significativo. Por eso hago lo que hago, porque la gente está sufriendo, y cuando lo están, sólo tienes que estar ahí para ayudarles a saber que Dios está con ellos”.—Sharon L. Pyant, capellán de mercado con Foursquare Chaplains International
Sirviendo con Foursquare Chaplains International (Capellanes Cuadrangulares Internacional) (FCI), Sharon fue asignada a lugares que necesitaban capellanes a través de Capellanes de Mercado, con sede en Plano, Texas. Sharon es sensible a conocer a las personas donde se encuentran en ese momento, tanto si tienen otra fe o ninguna. Busca puntos de conexión, preguntando por la familia o las mascotas si ve fotos en el espacio de trabajo del empleado.
“Tienes que pescar el pez antes de poder limpiarlo”, explica en relación a su acercamiento lento y gradual. “Hay veces en que la gente intenta limpiar el pez —compartir a Jesús antes de entender la necesidad de la persona—y entonces se le escapa, así que pierdes ese pez. Es más significativo que llegue a su corazón con Jesús que sólo a su cabeza. Así que, si entro y sólo estoy hablando de Jesús, Jesús, Jesús, y en realidad no los llevo al lugar donde puedan absorber quién es Él, entonces no he servido bien a esa persona”.
Bisabuela y exasistente ejecutiva del presidente del Metropolitan Community College, campus de Longview, en Lee’s Summit, Missouri, Sharon persiguió una formación en capellanía tras jubilarse en 2020. Pastora asociada desde hace mucho tiempo en la iglesia Seed of Faith International (Raytown Foursquare Church) en Raytown, Missouri (pastor principal, Herman Scales), Sharon se sintió movida por primera vez hacia el trabajo de capellanía después del tornado de 2011 que azotó Joplin, Missouri. “Vi toda la devastación y se me rompió el corazón”, recuerda. “Pensé: ‘Me encantaría poder orar con alguien y ayudarle’”.
Alison Hall, directora de ventas y éxito de clientes de la empresa de impresión y correo Lineage Connect, uno de los clientes de Sharon, dice que la empresa está agradecida por la forma en que los capellanes han ayudado a los líderes y empleados “a encontrar una fuente de ánimo y apoyo”. Algunas personas no se sienten cómodas buscando ayuda de sus líderes o recursos humanos, por lo que tener otra opción de atención es beneficioso.
“Los capellanes son sensibles a los que quieren hablar, y saludan y le pasan al lado a quienes estén ocupados o no quieran hablar”, dice Alison. “Son visibles y están disponibles, pero no intrusivos. Esta opción permite que el empleado se sienta apoyado y animado, pero no invadido ni obligado a oír hablar de la iglesia o de Jesús”.
Alrededor de una docena de los 360 capellanes avalados por la Cuadrangular prestan servicio actualmente en situaciones de mercado, a los que seguirán varios candidatos más, según Jason Reynolds, director de FCI. Para satisfacer el creciente interés en las oportunidades de capellanía, FCI se ha asociado con la Universidad Life Pacific para desarrollar un nuevo curso certificado de capellanía. Para más información, visite https://www.foursquare.org/es/mision-compartida/capellanes/
