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Hace unos pocos años, el equipo ejecutivo de nuestro movimiento fijó cuatro objetivos orientadores para nuestro evento anual, la Conexión Cuadrangular.

La meta de estos principios orientadores es que cada persona se conecte con (o se reconecte o sean movidos hacia):

  1. Dios
  2. el uno al otro
  3. su llamado personal y misión; y
  4. la visión que el Señor está hablando a nuestra familia Cuadrangular corporativamente

Los poderosos cantos de adoración e inspiradores oradores podrán ser buenos, pero a final de cuentas, esto es lo que usamos como nuestra plomada para lo que es éxito.

Por supuesto que el ancla de todo esto, primero y primordialmente, es que nos conectemos con el Todopoderoso. Hay cientos de grandes eventos de liderazgo allá afuera. Muchos de los cuales yo mismo recomendaría. Sin embargo, el llamado de nuestra familia no es tan sólo tener un evento grande o informativo (aunque también nos apasiona aquello). Es el enfoque en nuestro Dios vivo, que quiere conectarse con nosotros, esto es lo que hace que nuestros eventos de Conexión sean tan especiales para mí.

Desde que estos objetivos fueron fijados, hemos oído de muchos más líderes que planean traer a otros el “próximo año” -ya sean el personal, líderes jóvenes, líderes empresariales u otros. El valor de nuestro evento pareciera estar cada vez más claro para más miembros de nuestra familia, y la diversidad, calidad y dinámica relacional, cada año es muy alentador. De hecho, para la Conexión 2018, tuvimos cifras récord de inscripciones tempranas.

Comenzando con el año pasado, iniciamos un conjunto de lemas de cuatro años basados en nuestras cuatro doctrinas cardinales: Jesús nuestro Salvador, Bautizador con el Espíritu Santo, Sanador y Rey Venidero. En el 2017, desarrollamos la obra salvadora de Jesús y nuestra respuesta enfocándonos en el lema, “Comisionados por Jesús”. Durante todo el 2018, nos enfocaremos en el poder y la obra del Espíritu Santo mediante nuestro lema “Transformados por Jesús”.

Romanos 8:11 nos dice que “el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes” (NVI). ¡Qué promesa! El mismo Espíritu Santo que empoderó y ungió a Jesucristo mora en cada uno de nosotros.

Desde dirigir a su congregación en la llenura del Espíritu Santo hasta ser agentes de su obra transformadora a través de la reconciliación racial, el evento de este año será una mirada multidimensional al ministerio del Espíritu en y a través de nosotros.

Esto proyecta una luz completamente nueva al eslogan de los 1990s “¿Qué haría Jesús?” En vez de tratar de ser sólo una buena persona o de tomar la decisión bondadosa, la pregunta es, “¿Qué haría usted?”, si tan sólo reconociera que está operando, no con una versión menor, sino con el mismo Espíritu Santo que obró por medio del ministerio de Jesús en la tierra. ¿Cómo transformaría nuestras vidas, nuestras iglesias y nuestras comunidades? Espero con anticipación ver cómo el Señor nos ministrará sobre esto durante nuestro tiempo de enfoque en Seattle, del 28 al 31 de mayo.

Desde dirigir a su congregación en la llenura del Espíritu Santo hasta ser agentes de su obra transformadora a través de la reconciliación racial, el evento de este año será una mirada multidimensional al ministerio del Espíritu en y a través de nosotros. Estamos presentando más de 30 talleres para brindarles muchas oportunidades de aprendizaje a usted y a su equipo.

Iniciaremos la semana con una recepción internacional el lunes por la noche para abrir las puertas a la conversación y la conexión con nuestra familia global y la obra misionera. Tenemos tantas buenas funciones planeadas, desde un evento para líderes jóvenes hasta nuestra increíble sesión en español, Conexión Hispana.

Sin embargo, en toda nuestra planeación, sabemos que la Conexión no está completa sin usted. Oro que, aunque el viaje y el tiempo fuera del trabajo puedan ser costosos, el valor de nuestro tiempo juntos estimule en usted una determinación de hallar una manera en la voluntad de Dios para estar con nosotros. Estamos orando para que la Conexión 2018 sea un tiempo de fortalecimiento para cada persona y que traiga a la luz las grandes cosas que Dios ha depositado en cada uno de nosotros. En esta época de conectividad digital, hay un precioso valor agregado en el tipo de conexión que sólo viene con una presencia física.

Traiga a su familia y al equipo de su iglesia, pero sobre todo, traiga su corazón, su voz y sus expectativas en lo que nos reunimos y oramos juntos por nuestro propio momento en el Aposento Alto 2018.

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sirvió como el presidente de La Iglesia Cuadrangular de 2009-2020.
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