John Elliott ayuda con reparaciones tras el huracán Harvey

John Elliott y su esposa, Patty, vivieron en una casa-remolque por un año después que el Huracán Harvey destruyese su casa en Hitchcock, Texas, en el 2017 – todo el tiempo ayudando a otras víctimas de la tormenta a salir adelante.

“Siempre he sentido que era responsable por más que por mí mismo”, dice John, pastor principal de Gulf Coast (Hitchcock Foursquare Church) por más de 30 años. “Creo que el bautismo con el Espíritu Santo activa la obra de la cruz, al dar nuestras vidas por los demás. Si estás lleno del Espíritu Santo, deberías poder sacrificar más”.

Los Elliott pasaron todo un día atrapados en el ático de su casa cuando impactó el huracán. Pero poco después de llegar a un refugio de la localidad, John estaba ayudando a coordinar los esfuerzos para ayudar a otras victimas de la tormenta, y organizando equipos de socorro que iban a limpiar hogares dañados en su comunidad.

John, un carpintero de sindicato anteriormente y muy bueno para organizar equipos de socorro práctico que pueden demostrar el amor de Dios en acción, enfatiza que tal ayuda práctica necesita ir de la mano con la sensibilidad espiritual. “La iglesia hace lo mejor cuando las cosas van peor”, afirma él, creyendo que al ayudar a otros en crisis puede ser una puerta sobrenatural para el evangelio.

Como la familia de no creyentes que vino a Cristo después de que un voluntario adolecente, ayudando a limpiar su hogar a raíz del Huracán Katrina, oró, y un anillo de bodas de mucho valor emocional fue hallado en el lodo. “Salir a la comunidad para ensuciarnos las manos ha abierto la puerta a mucha gente que, de otra manera, nunca hubiésemos conocido”, dice él, desde residentes hasta los de primeros auxilios.

No es siempre posible hacer todo perfecto para alguien, pero limpiar un hogar para hacer habitable solo un cuarto puede ser suficiente para darle a la gente una noción de esperanza para el futuro. Y él se asegura que haya alguien en el equipo que esté disponible para solo escuchar las historias de las victimas. “Ellos necesitan desahogar sus corazones”, dice él.

“Salir a la comunidad para ensuciarnos las manos ha abierto la puerta a mucha gente que, de otra manera, nunca hubiésemos conocido”, —John Elliott, pastor principal de Gulf Coast (Hitchcock Foursquare Church) en Hitchcock, Texas

Involucrado por primera vez en la ayuda en desastre a raíz del Huracán Katrina en el 2005, desde entonces John ha formado parte de los esfuerzos de respuesta en crisis en casi cada tormenta grande en la región. Siendo un capellán certificado con Foursquare Disaster Relief (FDR), también sirve como el representante ministerial del Distrito MidSouth y se conecta con una amplia gama de otros grupos de socorro fuera de la Cuadrangular.

Por más de una década, Gulf Coast Foursquare fue dueño y operó Highland Creek Camp & Retreat Center. Vendido más temprando este año, la propiedad fue utilizada para hospedar a equipos de socorro después del Huracán Harvey.

John también es un capellán en las cárceles locales, y fue parte del grupo de pastores que ministraron a las familias afectadas del tiroteo que hubo en una escuela secundaria en la cercana Santa Fe en el 2018, que dejó 10 muertos y 13 lesionados. Usó su experiencia de haber perdido a un hijo, Elisha, en el 2007, para ministrar a padres en duelo.

Para Jason Reynolds, director (EEUU) de FDR, los Eliott son “un buen ejemplo de lo que significa pastorear a una ciudad. Aunque el Huracán Harvey no fue su primera experiencia de huracán,” explica, “ellos fueron impactados directamente ya que la tormenta daño seriamente su hogar. Pero eso no les impidió servir a su ciudad con compasión. Hallaron una manera, a través de la oración y relaciones, para servir con excelencia mientras reconstruían su hogar y su ciudad.

“De hecho,” continúa, “Ahora invito a John a compartir su experiencia en llamadas con otros pastores que están pasando por circunstancias parecidas. Entonces pueden oír la voz de la sabiduría mientras ellos navegan sus propias crisis personales sirviendo a sus comunidades y manteniendo su salud personal como prioridad”.

es un escritor independiente que vive en Santa Rosa Beach, Florida.
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