Steve Schell

La Cuadrangular no es la única denominación en la que mi esposa Mary y yo hemos pastoreado. Somos «recién-llegados» en algunos círculos. Llegamos a la Cuadrangular en 1979.

En nuestra denominación anterior habían personas maravillosas: grandes pastores y miembros de iglesia. Ellos no fueron la razón por la que sentimos la necesidad de irnos. Nos fuimos porque esa denominación abandonaba rápidamente su fundamento histórico. Para un creciente número de pastores, la doctrina se había convertido en asunto de opinión personal y no de revelación bíblica.

Un dicho común entre ellos era: «Nuestra fuerza radica en nuestra diversidad», y a lo que se referían como «diversidad» no era diversidad cultural, o diversidad de alabanza o estilos de ministerio. De hecho, aquellos asuntos no eran negociables. Lo que se había diversificado era la doctrina, y con ello me refiero a las verdades más básicas tales como la autoridad de la Escritura y la divinidad de Cristo.

Ya no éramos gente de una mente o un corazón. Creíamos muy diferente, y esto provocaba reuniones alocadas de pastores. Aprendí a llevar conmigo en el bolsillo una botella de aspirina a tales reuniones porque tarde o temprano estallarían discusiones airadas en medio de los planteamientos públicos. Lo que estaba sucediendo era triste. Nos estábamos deshaciendo.

Ahora, eso fue hace muchas décadas y he visto a aquella que una vez fuera una gran iglesia declinar tan rápido como puede hacerlo una gran y bien financiada institución. Ese tipo de diversidad, la diversidad doctrinal, no produjo crecimiento por ser inclusiva. Al contrario, dividió a la gente. Pero hay una diversidad que edifica a la iglesia. Es la diversidad que puede ser construida sobre el fundamento de una fe común.

Y eso fue lo que Mary y yo hallamos en 1978, mientras esperábamos en fila para comprar unos audio-cassettes en la librería de la iglesia The Church On The Way (Van Nuys Foursquare Church) en Van Nuys, California. Allí en el mostrador, junto a la caja registradora, había un montón de folletitos titulados: En Esto Creemos.

Me llevé uno a casa para leerlo cuidadosamente. Contenía 22 declaraciones de fe. Cada una no hacía más que compilar y resumir importantes enseñanzas de la Escritura, con algunos versículos bíblicos como apoyo. El texto era directo. No había ninguna extraña distorsión filosófica. ¿Me entenderían lo que quiero decirles si dijera que estaba «limpia»?

Al terminar de leerlo coloque el folleto a un lado y suspiré diciendo: «Pues, ¡esto es lo que yo creo!» Después lo leyó Mary y estuvo de acuerdo conmigo, y supimos que habíamos hallado un hogar, una familia, un lugar al que pertenecer. Y así ha sido.

La Cuadrangular es notablemente acogedora, razón por la cual  hoy es notablemente diversa. Incluso se podría decir de la Cuadrangular que «nuestra fuerza radica en nuestra diversidad». Pero nuestra diversidad no está en lo esencial de nuestra doctrina. Aquí creemos, «En lo esencial, unidad; en lo no-esencial, libertad; en todas las cosas, caridad» (Declaraciones de Credos de la Cuadrangular).

Con un corazón y mente, hemos aprendido a llevar a Cristo al mundo en una amplia variedad de maneras. Somos diversos en cultura, idioma, estilos de ministerio, estilos de alabanza, dones, llamamientos y personalidad.

Nos hemos convertido en un hermoso tapíz, un mosaico de muchas personas y ministerios diferentes. Hemos aprendido a darnos la libertad de expresar creativamente nuestra fe común. Para nosotros, la doctrina tiene base en la inmutable Palabra de Dios. En vez de dividirnos, se ha convertido en el sólido fundamento que apoya un movimiento mundial.


Los Distintivos Globales, acordados por casi 240 líderes en la Cumbre Global 2012, son seis principios unificadores que unen a toda nuestra familia Cuadrangular en doctrina y cultura.

Lea más historias sobre cómo la gente vive nuestros Distintivos Globales Cuadrangulares.

is senior pastor of Northwest Church (Federal Way Foursquare Church) in Federal Way, Wash.

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