¿Qué podemos lograr en 21 días?

Hoy me encuentro siendo un portador de malas noticias.

Los investigadores han desacreditado la idea de que 21 días es tiempo suficiente para crear un nuevo hábito. En cambio, toma un promedio de 66 días para formar nuevos hábitos. Más de dos meses en lugar de tres semanas. ¿Alguien más recuerda algunos intentos fallidos de cambio de hábitos, o solo soy yo?

Pero, ¿qué pasaría si pasamos tiempo en oración y ayuno intencionales durante esos mismos 21 días? Miles de personas de la comunidad Cuadrangular alrededor del mundo viniendo a Jesús diariamente en múltiples idiomas y contextos variados para pasar tiempo en comunión diaria con nuestro Padre. Eso es lo que imaginamos que sucederá este enero durante nuestros 21 días anuales de Oración + Ayuno. Nuestra familia Cuadrangular orando en el nombre de Jesús, juntos.

Puede que tres semanas no cambien un hábito, pero sí creo que pueden cambiar al mundo. ¿Por qué? Porque “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.” (Heb. 13:8, RV1960). Y cuando oramos, como prometió Jesús, sabemos que tocamos el corazón de nuestro Padre (ver Juan 15:7,16).

Y esas son buenas noticias.

Tres semanas—es solo el 0.1 por ciento de nuestra expectativa de vida. ¿Y qué sucede cuando dedicamos ese 0.1 por ciento de nuestra vida a la oración y al ayuno? Nos asociamos con Dios por el bien de este mundo atribulado, de una manera única, que es a la vez hermosa y misteriosa.

Jesús no ha cambiado. Lo que Él nos enseñó permanece. Las promesas de Jesús permanecen. Su fidelidad es inquebrantable mientras que Él cumple con todo lo que el Padre le ha encomendado. El Espíritu permanece en nosotros y con nosotros. Nada de lo que alguien o algo haga puede cambiar la trayectoria del amor de Dios (ver Rom. 8:31-39).

Estas garantías ofrecen un consuelo muy necesario ya que hemos vivido tantas malas noticias en los últimos años. Todos vemos la agitación en el mundo y su impacto en las personas que pastoreamos. Necesitamos desesperadamente un respiro, ser revitalizados. Pero, con tantas cosas sucediendo en nuestras vidas y en el mundo que no podemos controlar, ¿qué podemos hacer al respecto?

Una cosa que podemos hacer es elegir pasar tres semanas de nuestras vidas juntos en oración y ayuno. Tres semanas—es solo el 0.1 por ciento de nuestra expectativa de vida. ¿Y qué sucede cuando dedicamos ese 0.1 por ciento de nuestra vida a la oración y al ayuno? Nos asociamos con Dios por el bien de este mundo atribulado, de una manera única, que es a la vez hermosa y misteriosa. Así que, hagamos esto juntos porque Jesús, por Su Espíritu, dice: “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias” (Col. 4:2, RV1960).

Él también nos ordena que sigamos “[Esforzándonos] por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz” (Efesios 4:3, NVI). ¿Qué es mejor que perseguir este objetivo como comunidad Cuadrangular global, orando juntos para que el Shalom de Dios se manifieste? ¡Qué mejor momento para hacerlo que a través de la temporada llena de esperanza de un nuevo año!

Por lo tanto, los invito no solo a participar personalmente en este tiempo, sino también a guiar a su congregación durante nuestros 21 Días de Oración + Ayuno, que comenzarán el 9 de enero del 2023. Enero también marca el mes en que la Cuadrangular comenzó en Los Ángeles 100 años atrás. No puedo pensar en nada que pueda honrar a aquellos que nos han precedido que comenzar el 2023 dedicándonos a la oración y al ayuno como comunidad Cuadrangular global.

A lo largo de nuestros 21 días, celebraremos que Jesús es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Sea lo que sea que enfrente el mundo, lo que sea que usted enfrente personalmente, lo que sea que enfrente su iglesia como comunidad—esperamos que separe intencionalmente estos 21 días para recordar quién es Jesús: nuestro Salvador, nuestro Bautizador, nuestro Sanador y nuestro Rey que Viene Pronto.

Este es un tiempo único cada año en el que nos podemos reunir con pastores y líderes de todo el mundo, como también con nuestras congregaciones. Haga planes para celebrar las buenas noticias.