Dios ve sus habilidades y talentos como divinamente inspirados para transformar

Jesús dijo, “Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta” (Mat. 5:15, NTV).

Mi perspectiva cambió el día en que realmente abracé esto y decidí que Dios era quien enciende la lámpara. Todo mi talento y habilidad me fueron dados por Dios para iluminar lugares en tinieblas.

Viví en un país donde los misioneros no podían hacer cosas tradicionales de misioneros, como plantar iglesias. Muchos vivían con la tensión de hacer negocios falsos para cubrir su actividad “real”. Esto llevó a mucho agotamiento y frustración. La gente sentía que estaba mintiendo todo el tiempo a aquellos a su alrededor y sus vidas realmente no hacían sentido. No podían realmente florecer en área alguna.

¿Que tal si Dios, el divino encendedor de lámparas, decidió encender una pasión por todo tipo de negocio y esfuerzos creativos porque Él veía aquellos talentos y habilidades como inspirados divinamente para transformar? Yo lo creo.

Nuestro trabajo como creadores de empleo, consultores, o artistas no es de segunda-clase con respecto a la predicación. Necesitamos una visión integrada de hacer discípulos realizada por todo tipo de gente haciendo todo tipo de cosas para alcanzar a todos.

Es “Cristo en vosotros, la esperanza de Gloria” (Col 1:27, RVR). Si Dios puso en su corazón y manos la habilidad de hacer negocios, por favor véalo como la manera en que Dios está trayendo luz y vida a este mundo quebrantado.

(por cuestión de seguridad no publicamos su apellido) es co-pastora en una iglesia Cuadrangular en los EE.UU.; también desarrolla una obra que continúa en la región de MENACA.
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