En 1924—solo un año después de la apertura de Angelus Temple en Los Ángeles—Aimee Semple McPherson comenzó a enviar misioneros a otras naciones. Esto fue lo que dio origen a Misiones Cuadrangulares Internacionales (FMI), un esfuerzo mundial de misiones que continúa hasta el día de hoy. Hay mucho que celebrar ya que FMI cumple 100 años este año.
Para demostrar la vitalidad de los esfuerzos misioneros actuales, 2023-2024 ha visto un movimiento global del Espíritu Santo entre los jóvenes y los jóvenes adultos. La conferencia “Beyond Borders” (Más allá de las fronteras) en Bangkok, Tailandia, el enero pasado, atrajo a más de 350 participantes, mientras que la Conferencia de Jóvenes Cuadrangulares de Europa en Ámsterdam en febrero tuvo la mayor asistencia de su historia con más de 463 asistentes. El primer Campamento de Alabanza del Norte de Asia en agosto de 2023 tuvo la participación de más de 100 jóvenes.
Que la Cuadrangular continúe haciendo discípulos de todas las naciones recuerda al liderazgo de la Hermana Aimee, dice el Director de Misiones Cuadrangulares Internacionales, Paul Greer.
“Esto viene de nuestra fundadora hace un siglo”, dice Paul, el director de la agencia desde el 2021. “Realmente fuimos un movimiento misional antes de ser una denominación, y eso sigue siendo nuestro enfoque. Para tener un rol vital en las misiones globales, tenemos que ser un movimiento que hace discípulos con mentalidad global a un nivel de la iglesia local”.
En el principio
Los primeros obreros misioneros de la Cuadrangular fueron Alfred y Ruth Kleinschmidt, y Carl y Rose Linden. Fueron ordenados en diciembre de 1923 tras prepararse en el Instituto de Entrenamiento Evangelístico y Misionero, el predecesor del Instituto Bíblico L.I.F.E. (ahora la Universidad Life Pacific).
Los primeros misioneros Cuadrangulares llevarían su pasión para extender el evangelio al campo, lo cual resultó en que más adelante se establecieran institutos bíblicos y centros de entrenamiento en naciones tales como las Filipinas, Panamá, Brasil y Nigeria. Hoy día la Cuadrangular está en 157 naciones, y los cerca de 400 obreros misioneros en el campo son el número más alto en la historia Cuadrangular.
Entre los líderes misioneros clave durante el pasado siglo estuvieron figuras como Mason y Virgene Hughes, quienes fueron pioneros en las misiones a Papúa Nueva Guinea (PNG) en 1956; Harold y Faye Curtis, los primeros misioneros a Nigeria en 1955; y Don y Sally McGregor, que supervisaron una temporada fructífera de avivamiento en las Filipinas de 1958 a 1972.
“Realmente fuimos un movimiento misional antes de ser una denominación, y eso sigue siendo nuestro enfoque. Para tener un rol vital en las misiones globales, tenemos que ser un movimiento que hace discípulos con mentalidad global a un nivel de la iglesia local”. —Paul Greer, director de FMI
Desarrollándose con intención
El Modelo de Cuatro Etapas ha sido una clave en el crecimiento de la Cuadrangular hasta llegar a ser un movimiento de más de 8 millones de miembros. La etapa uno involucra evangelizar y hacer discípulos, luego entrenar a los discípulos y lanzarlos al ministerio en la etapa dos. La etapa tres consiste en formar pastores, seguida del envío de obreros misioneros a otros lugares en la cuarta etapa. Diecisiete naciones fuera de Estados Unidos han alcanzado la etapa cuatro; los ejemplos incluyen las Filipinas, que recientemente celebró su 75º aniversario; y Costa de Marfil en África.
Hoy día, las Filipinas tiene más de 150.000 miembros, más de 3.000 iglesias, y casi 4.100 ministros y siete institutos bíblicos gracias a las maneras en que el Señor usó a los primeros misioneros Cuadrangulares. También han enviado a 14 misioneros; 400 asistieron a su primera cumbre de misiones esta primavera.
Costa de Marfil ha visto docenas de iglesias plantadas durante los últimos tres años, y una escuela de misiones que está entrenando a misioneros y plantadores de iglesia. Están trabajando en una versión por video del entrenamiento que pueda ser usado en Mali, Burkina Faso y Chad.
Paul dice que hay múltiples razones para el florecimiento de la obra en estas dos naciones. Los dos patrones de integridad y carácter misioneros establecidos por los obreros misioneros originales—fuesen pioneros o líderes nacionales—han sido clave, dice él.
“En el caso de las Filipinas, tuvieron unos grandes obreros misioneros a lo largo de los años, como Gary Loop (el primer director del instituto bíblico Foursquare Bible College, Romblon Campus), los McGregor, y muchos otros, tales como Jack y Aline Richey”, explica Paul. “Creo que tener una inversión a largo plazo y continua de buenos obreros misioneros ayuda a establecer patrones que continúan hasta hoy, a través de los cuales siguen enfocados misionalmente. Dios continúa haciéndolos crecer y bendiciéndolos, en contraste a movimientos eclesiales que se enfocan demasiado en la administración y el mantenimiento de las cosas”.
Cambios en FMI
Según el director, uno de los cambios clave en FMI se ha producido en los últimos 20 años. En lugar de que el Fondo Global de Misiones apoye y emplee a todos los obreros misioneros, hoy la mayoría en el campo recauda su propia financiación.
Eso incluye a algunos que son bi-vocacionales, ya sea como dueños de negocios o empleados, y otros cuya visa les prohíbe cualquier empeño lucrativo, lo que significa que deben vivir exclusivamente del apoyo que pueden recaudar.
“Lo que vemos globalmente es que nos estamos adaptando a ser un movimiento misional global, en lugar de ser sólo un movimiento misional impulsado por Estados Unidos”, explica Paul. “Uno en el que tenemos bastantes otras naciones que envían sus propios obreros misioneros con sus propias prioridades, llevando el evangelio a donde no está. El futuro de FMI ahora es: ¿Cómo nos asociamos con un movimiento global que es mucho más misional que nunca?”
El impacto práctico de tales desarrollos ha sido una mayor colaboración entre obreros y líderes de todo el mundo con países como Indonesia, Costa de Marfil, Nigeria, Filipinas y Papúa Nueva Guinea. Junto a la unidad entre los líderes del Concilio Global Cuadrangular, es un día emocionante para el futuro de las misiones, agrega Paul.
Unidad global
Además de servir a la iglesia estadounidense y ayudarla a entrenar obreros misioneros fructíferos, el director dice que FMI también quiere ser un unificador global en torno a las misiones. Eso significa asociarse y ayudar a otras naciones en sus esfuerzos misioneros, dice.
“Ahí es donde nos asociamos con la iglesia global”, afirma Paul. “Ahí es donde escuchamos y desarrollamos las herramientas, entrenamientos y recursos que pide la iglesia global, cosas como el DLT (Entrenamiento de Discipulado y Liderazgo). Así que somos una organización de envío estadounidense, pero también un socio global para la expansión de la misión”.
Una preocupación crucial, señala Paul, es que donde actualmente residen pueblos no alcanzados, a menudo hay una intensa oposición al evangelio. Dice que esto significa que la Cuadrangular tiene que depender de socios en lugares donde los angloparlantes pueden no ser bienvenidos.
Además, hay más personas desplazadas que nunca en todo el mundo, lo que ha traído más oportunidades misionales que nunca, dice Paul. El resultado: iglesias Cuadrangulares filipinas y de Sri Lanka en lugares como Inglaterra, Nueva York y los Emiratos Árabes Unidos.
“A medida que las personas viajan por el mundo, el evangelio va con ellas”, afirma Paul. “Así que tenemos que seguir enviando obreros para ayudar a otros, ya sea estableciendo nuevas obras o ayudando a otras obras a crecer”.