Burt Smith
Burt Smith

Como Cuadrangulares está en nuestra propia herencia el que “vayamos por todo el mundo” (Marcos 16:15, NVI) con las Buenas Nuevas. Simultáneamente, siempre hemos sido un pueblo que busca que el poder de Dios se mueva en medio nuestro.

Pablo estaba en lo correcto cuando escribió en 1 Corintios 2:4: “Ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder.” Al activar a toda la iglesia a compartir las Buenas Nuevas de Dios, no debemos olvidar que el evangelio no es simplemente un boleto al cielo. Jesús no solamente nos rescató de la eterna separación de un Padre amoroso, sino que trajo esperanza, sanidad, paz, provisión y poder a nuestras vidas ahora—sobre la tierra: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” (Juan 10:10).

Nuestra fundadora, Aimee Semple McPherson, nos mostró este poder en el mismo Evangelio Cuadrangular; que cuando Jesús es predicado como Salvador, la gente se salva. Pero hasta que Él sea predicado como Sanador, Bautizador con el Espíritu Santo y el Rey que Viene Pronto, la gente no puede creer y responder. Eso significa que debemos ser audaces en nuestro mensaje, y no podemos temer tomar riesgos en nuestras oraciones. No debemos esperar a ver el milagro antes de creer en el poder de Dios que obra milagros.

A menudo he dicho de la canción de Miriam en Éxodo 15, que fue la canción correcta en el lado equivocado del Mar Rojo. ¿Podríamos nosotros, como pueblo, comenzar a agradecer y alabarlo por moverse en medio nuestro antes de que lo veamos? ¿Podríamos pedirle a Jesús, la cabeza de la Iglesia, que nos de otra ocasión, otra oportunidad para caminar en, y ministrar en Su poder? ¿Esperar que nuestras vidas, familias e iglesias sean canales para lo sobrenatural?

Dios está edificando creyentes que creen de la manera que Él lo hace. Nunca estamos en un lugar donde Dios quiere que permanezcamos tal como somos. Las travesías de pesca de Pedro con Jesús verifican este hecho. La primera vez que se le pidió a Pedro lanzar sus redes y pescar, tras la pesca captura dijo: “Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.” (Lucas 5:8). La segunda vez, después de pescar toda la noche y no capturar nada, Pedro se lanzó al agua e inmediatamente nadó hacia Jesús (Juan 21:7). Él pasó de decir que no era digno, a ser un hombre que sabía exactamente a dónde ir cuando llegase el desafío.

La imposibilidad es lo que Dios hace. Recuerde cómo animó el ángel a María cuando se le pidió que diera a luz al Mesías: “Porque nada hay imposible para Dios.” (Lucas 1:37, RV1960). En María, Dios encontró un instrumento dispuesto a soportar la travesía de entregar a Jesús a este mundo; ¿por qué no usted?

Recuerde, el diablo siempre le dará a usted un recorrido guiado de sus deficiencias y base lógica de la fe. Cosas como lo que no ha pasado cuando usted pidió con un corazón sincero. Pero si usted va a ver a Jesús moverse a través suyo en poder, debe escuchar de manera fresca, y creer que cuando Dios habla a su corazón, que contenida en esa “palabra” está el poder de llevar a cabo lo que Dios le está pidiendo. Es entonces cuando otros querrán sinceramente escucharle y seguirle a usted.

Debemos ser audaces en nuestro mensaje, y no podemos temer correr riesgos en nuestras oraciones. No debemos esperar a ver el milagro antes de creer en el poder de Dios que obra milagros.

El mandato de nuestro Comandante Celestial es hacer discípulos que hagan discípulos (Mateo 28:19). Así que, vuelva a intentarlo. Cuando el temor parezca prevalecer, aprenda la lección de parte de Miriam: Alabe a Dios por lo que Él dijo que haría, no lo que usted piensa, o piensa que ve. Ella estuvo en lo correcto cuando cantó: “Oh Señor, entre los dioses, ¿quién es como tú: glorioso en santidad, imponente en esplendor, autor de grandes maravillas?” (Ex.15:11, NTV).

La travesía de un líder Cuadrangular debería ser una de proseguir hacia la meta de las manifestaciones milagrosas, lo que es una expectativa natural de una fe creciente, no la excepción. ¡Persevere en eso! Siga pidiendo, siga buscando y siga llamando (Mateo 7:7), para ser un instrumento para traer el poder de Jesús a este mismo mundo.

Porque la fe salvará lo peor de nosotros y la incredulidad destruirá lo mejor de nosotros, ore por “situaciones de imposibilidad” para ejercer la presencia y el poder de Dios por medio de sus palabras y una fe que confirme a Dios. Usted lo necesita, al igual que un mundo enfermo y moribundo.

es el pastor emérito de Living Water (Olympia Foursquare Church) en Olympia, Washington, y un miembro de la junta directiva de La Iglesia Cuadrangular y del Comité del Fondo Cuadrangular.
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Comments

  1. Bendiciones y un abrazo grande para todos, esta reflexión de hoy cambió mi enfoque de trabajo en el señor.

  2. Que como líderes en las «situaciones de imposibilidad” podamos recurrir ala fuente eterna de los milagros nuestro Dios, y que nuestra fe pueda estar a las exigencias del momento para poder anticipatar el cambio de panorama. Gracias pastor Smith por su artículo esperanzador y que nos pones en perspectiva de lo que debemos hacer en medio de las «situaciones de imposibilidad”.

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