Leading through crisis is like an expedition.

Liderar durante circunstancias perturbadoras es difícil. Aprendí esto como líder de muchas expediciones ministeriales en zonas desérticas y naturales, y como directora de una escuela ministerial en zonas desérticas y naturales con cursos que duran hasta 40 días en una zona rural. Tuve una certificación de Socorrista de Emergencia en Zonas Desérticas y Naturales durante 11 años y serví como comandante de incidentes para cada evacuación (que normalmente dura entre 3 y 5 días) durante mi tenencia. He liderado y entrenado a muchos para que lideren durante tiempos desafiantes. 

En toda crisis, se deben tomar decisiones de manera oportuna, y las cosas llegan rápidamente. Pero liderar en medio de una crisis prolongada requiere un tipo de mentalidad diferente. La crisis, con el paso del tiempo, requiere un tipo de ritmo diferente y un tipo de estrategia de liderazgo diferente. 

En vez de correr a toda velocidad, puede que sea mejor pensar en su liderazgo en la crisis como una expedición. Tiene que planear el uso de recursos a largo plazo. Estará con un pequeño grupo de personas durante un largo período de tiempo. Hay peligro inherente y decisiones que deben tomarse de manera sobria, pero no en temor. La ansiedad, la fatiga emocional y la salud mental son cosas muy reales a considerar, posiblemente más importantes que el número de rollos de papel higiénico.

Liderazgo a Largo Plazo 

Esta es una expedición, no una carrera a toda velocidad. Es un viaje; tiene un arco y un camino. Habrá cosas que usted sentirá de semana a semana, y aquellos sentimientos cambiarán de manera muy previsible. Usted puede pensar en este viaje en términos de fases:

  • CONSTRUCCIÓN (1-14 días)

En esta fase, usted se enfoca en construir equipos y y hallar soluciones a problemas logísticos. Es su primera ola de innovación y donde tiene el mayor control. El mantra militar “vaya lento para ser listo, sea listo para ir rápido” es muy útil aquí. Es donde necesita comunicar una respuesta táctica. Los detalles deben estar en orden. 

  • QUEBRANTAMIENTO (14 – 21/28 días)

En esta fase, usted está descubriendo lo que no puede controlar, aún más allá de lo que ya pensaba que no podía. Se tiene progreso logístico, pero empieza a establecerse la fatiga emocional, mental y espiritual. Aquí es donde usted necesita estar con gente. Hable esperanza y vida, pero no salte a la aplicación y la “oportunidad” de todo esto demasiado pronto. 

  • BAUTIZMO (21/28 – 60 días)

El nuevo normal se establece—mantener planes y ritmos de trabajo pueden traer distracción, pero la fatiga, la apatía, y aún la depresión pueden llegar en este punto. Las estructuras de apoyo relacional necesitan estar en su lugar para esta época, a fin de proveer cuidado y comunicación en esta etapa. Aquí es donde podemos ser creativos en cuánto a cómo apoyarnos el uno al otro, llorar uno con el otro, darnos esperanza y gozo el uno al otro, y orar el uno con el otro de manera que no viole las leyes o directrices establecidas. Este es el lugar donde no hay respuestas, solo presencia.

  • GERMINACIÓN (60+ días)

La gente necesitará un nuevo llamado a la acción (que puede llegar antes, dependiendo de cómo progrese la crisis). Una segunda ola de innovación viene aquí ya que surgen nuevas ideas y sucede un cambio profundo. Nacen cosas nuevas. Aquí es donde usted puede ayudar a la iglesia a aprender sobre, y hacer, lo que usted siempre quiso para ellos.

Liderar en este momento se trata del tiempo y el momento justo. Si esta es una situación de un mes, esto produce un tipo de respuesta. Si esta es una alteración de varios meses, lo cual es lo más probable, esto produce un tipo de respuesta diferente.

Cada una de estas etapas se sentirá diferente. Puede ser obvio, pero el ser un líder durante una crisis a largo plazo significa que necesita darse permiso a usted mismo de sentir como se está sintiendo. Necesita manejarse a sí mismo de manera sostenible. Esto no solamente trata de asegurarse que no come demasiada comida o usa el papel higiénico demasiado rápido, pero también de que usted esté procesando sus emociones de manera sana.

También necesita saber lo que vendrá para la gente que usted lidera. Saber lo que probablemente pasará durante la lucha de la fase de bautismo puede ayudarle a priorizar lo que necesita construir ahora. Le ayuda a discernir de todo lo que usted podría hacer y enfocarse en lo que usted debe hacer para mantenerse a largo plazo.

Liderar en este momento se trata del tiempo y el momento justo. Si esta es una situación de un mes, esto produce un tipo de respuesta. Si esta es una alteración de varios meses, lo cual es lo más probable, eso produce un tipo de respuesta diferente. Necesitamos dar buena información al comienzo para ayudar a la gente a orientarse. Pero, deberíamos usar esa “calma” para construir equipos y crear estructuras para apoyar lo que sigue. La fase de construcción es la primera ola de respuesta necesaria.

La crisis de salud mental y financiera que sigue será de gran impacto.  Durante esta etapa de quebrantamiento, la gente necesitará las Buenas Nuevas del reino, ministración, oración y ayuda. En un lapso de tiempo corto, la gente necesitará que otros les ayuden a lidiar con todo el estrés. Ellos querrán grupos pequeños y necesitarán algo más que reuniones de oración anónimas. Todos vamos a necesitar consejeros a una llamada de distancia. Todos vamos a necesitar estar allí el uno para el otro de maneras muy tangibles, para mucho más que comestibles. Como liderazgo, necesita conocer la arquitectura y el despliegue estructural de su respuesta, pero la experiencia emocional de su gente debe ser más cercana al del liderazgo justo a tiempo. 

En mi tiempo como líder de expedición, descubrí que todos se quebrantan a más tardar el día 30. La ventana es entre los días 21 y 30, con un promedio del día 27. Pero todos llegan al final de sí mismos en un mes. Es por eso que Dios hizo muchas cosas en 40 días. Esto permite el quebrantamiento y la reforma.

Como líderes, necesitamos tener las estructuras y relaciones establecidas para estar ahí el uno con el otro durante la parte del quebrantamiento. Necesitamos estar listos y tener suficiente márgen para ayudar con la parte reformadora. Si no estamos allí con ellos en el quebrantamiento, no seremos invitados a ser parte de la reforma. En ese punto, no se tratará de mensajes grabados, sino de ministerio personal de pares.

Si lideramos bien, el potencial para este tiempo es fenomenal. El reino es revelado como una luz sobre un monte. La gente nunca es la misma al otro lado de tiempos como este porque, mientras partes de ellos experimentan muerte, otras partes están cobrando vida. La vida está al otro lado de esto. Es realmente un bautismo y renacimiento. Los resultados son increíbles y hermosos.

es una ministra Cuadrangular ordenada en Denver. Sirve como directora de desarrollo de liderazgo para los Distritos MidSouth, Pacific Southwest y Central Pacific.
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