Angelus Temple

NOTA DEL EDITOR: Tras una gira evangelística sin precedentes por todo el país, lanzada en 1918, Aimee Semple McPherson regresó a Los Ángeles—una de las muchas ciudades en su itinerario, y donde se le había donado una pequeña vivienda – sintiendo la guía de Dios de construir una base ministerial en la creciente metrópoli. En la primera parte de una serie de tres de sus memorias, la Hermana Aimee comparte la increíble historia de la construcción de Angelus Temple, dedicado en 1923 y que se convirtió en la plataforma de lanzamiento para la expansión mundial de la Cuadrangular.

Ahora viene la historia de la construcción del hermoso Angelus Temple en Echo Park, que se erige como un monumento al poder del Dios vivo.

Durante 14 años habíamos viajado por el mundo. Durante los meses de viaje constante, nuestros corazones a menudo se llenaban de asombro ante el porqué el Señor nos había guiado a “la pequeña casa que Dios construyó” [en Los Ángeles].
Fue entonces que el Señor, de manera suave pero incuestionable, comenzó a revelarme Su voluntad, mostrándome de que había habido un método en el plan de Su guía; y que en esta Ciudad de los Ángeles, debíamos “Construir una Casa Para el Señor”. El Señor nos había mostrado que esta “Casa Para el Señor” debía ser construida en Los Ángeles, donde turistas provenientes constantemente de todas partes del mundo pudieran recibir el mensaje, y entonces regresar a sus hogares, llevando el mensaje en sus corazones.

“¡Construyamos una casa para el Señor!” Tan urgentemente sonaron las palabras en nuestros oídos que un día [mi madre y yo] nos montamos en nuestro automóvil y salimos en búsqueda de terreno. Habíamos estado conduciendo lentamente, y llegado a la entrada de Echo Park. Justo ante nosotros había un lote circular de terreno. Algo saltó en nuestros corazones diciendo: “Este es el lugar”.

A pocas puertas de distancia, encontramos una pequeña oficina inmobiliaria y preguntamos al anciano caballero que abrió la puerta sobre el terreno en cuestión.

Él contestó: “Hay mucho terreno en venta alrededor del parque, pero ustedes han escogido el único lote de terreno que no está en el mercado. Una dama anciana, rica y con muchas propiedades, se niega a soltar parte alguna de él. Otras personas han intentado obtener este terreno y han ofrecido altos precios. Ella dijo que no”.

“Entonces, ¡alabado sea el Señor!”, contestamos. “El Señor ha estado guardándonos esta propiedad, y Su palabra ha sido confirmada”.

Unas horas después, mi madre de repente sintió una impresión [para dejar de hacer lo que estaba haciendo] y, con un hermano, caminó al parque para dar una mirada a esta propiedad. ¡Había que verlo! Un letrero recién pintado de “En Venta” estaba colocado en el centro del terreno.

Rápidamente me trajeron las noticias, y más tarde, estuvimos parados en el terreno, tomé un lápiz y bosquejé sobre el letrero un diagrama de la manera en que debería construirse el edificio.

“Ves, Madre, la propiedad tiene la forma de un megáfono, la plataforma y el coro estarán en esta esquina–los pasillos irían de esta manera–si construimos un balcón, iría aquí”.

El resto de la historia se lee casi como un cuento de hadas. Encontramos nuestro camino a la vivienda de la dueña. La anciana dama que poseía tanta tierara, había decidido de repente que era pobre en tierras, y de todas sus propiedades, esta era el lote que había decidido dejar ir.

En poco tiempo, el terreno fue comprado. Sentimos que, considerando las multitudes que habían asistido a las reuniones en otras ciudades, no podíamos erigir un edificio con una capacidad menor que 5,000 asientos. Aquí el Señor trajo a nuestras vidas al Sr. Brook Hawkins, constructor y contratista de la Compañía de Construcción Winter, y en cuyas manos competentes colocamos los dibujos y la erección del edificio.

El edificio fue construido bajo reglas de clase “A”, compuesto totalmente de concreto y acero, y teniendo además de la gran extensión de su piso principal, dos balcones y un inmenso domo, que levantaba su elevado dosel a unos 110 pies del suelo, y que dicen es la cúpula de concreto sin apoyo más grande del continente americano.


La Hermana Aimee puso $5,000 para comenzar la excavación de los cimientos del edificio. El resto de los fondos necesarios fueron recibidos de varias campañas evangelísticas, justo a tiempo para iniciar cada nuevo paso del proceso—haciendo que la construcción de Angelus Temple fuera totalmente libre de deudas.

Adaptado de This Is That (Esto es Eso) de Aimee Semple McPherson, copyright 1923. Publicado por la Iglesia Internacional del Evangelio Cuadrangular.

Lea la segunda parte: La Historia de Angelus Temple: Dedicando el Templo

Lea la tercera parte: La Historia de Angelus Temple: Un Día Común

fundó La Iglesia Cuadrangular en 1923 en Los Ángeles.