En los relatos de Jesús y Jonás hay paralelos que valen la pena notar. Ambos líderes viajaron en botes alcanzados por una tormenta (Marcos 4:35-41, Jonás 1:4-9) Las descripciones de los eventos que siguieron son casi idénticas. Tanto Jesús como Jonás estaban durmiendo, y en ambos relatos, los demás tripulantes despertaron a su compañero durmiente temerosos de que iban a morir. En ambos casos hubo una intervención milagrosa y divina y el mar se calmó. Es más, en ambas historias los marineros se asustaron aún más después, de lo que habían estado antes de que la tormenta se calmara.
El sermón reticente de Jonás después de la tormenta llevó a toda una ciudad a arrepentirse (Jonás 3). El mensaje de Jesús después de la tormenta cambió al mundo. Jonás salió vivo del vientre de una ballena después de tres días. Jesús emergió de la tumba después de tres días, con un cuerpo resucitado.
Estas son dos historias casi idénticas, con una importante excepción: Jonás estaba huyendo de la voluntad del Señor mientras que Jesús se alineó perfectamente con ella.
Todos los líderes enfrentan tormentas. Pero no todos los líderes emergen de ellas con su reputación intacta. Deje un legado que honre a Dios y bendiga a otros.
Oración & Reflexión
1. ¿Qué tormentas está enfrentando? Pídale a Dios darle disposición para someterse a Su voluntad en estas difíciles circunstancias.
2. ¿Cómo se recupera de las tormentas o pruebas? Ore por resiliencia, y pregúntele a Dios cómo promover ese espíritu en su congregación.
3. Agradezca a Dios por las pruebas que experimenta (Santiago 1:2-4), y pídale paciencia y perseverancia mientras espera en Él.
4. Ore por las conferencias distritales de otoño Cuadrangulares que están concluyendo este mes. Pídale al Señor que ayude a todos los asistentes a volver a casa renovados para el próximo año.
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