Randy Remington
Randy Remington

¡Saludos en el nombre de Jesús! Confío en que esta carta le encuentre bien al llegar el verano a su fin y adentrarnos en los meses de otoño. Para mí, uno de los momentos claves del verano tuvo lugar ayer mientras asistía a una reunión íntima en la casa de Debbie y Glenn Burris. Estuvimos ahí para celebrar su ministerio y concluir el período de Glenn como presidente. Fue una celebración significativa y apropiada, llena de historias compartidas, regalos, tarjetas y amorosos tributos. También pasamos tiempo orando juntos. Glenn ha corrido su tramo de la carrera y terminado bien. Ha pasado el testigo con su alma intacta, sus relaciones saludables y sus ojos fijos en una visión clara para el futuro. La intencionalidad e integridad de Glenn a lo largo de esta transición presidencial han dado un ejemplo para que todos lo sigamos. Con su presidencia concluida, una nueva temporada llena de tareas frescas esperan a Glenn y a Debbie, y ¡los bendecimos en ella! 

También he estado en transición durante el último año, intercambiando puestos con Glenn en marzo y siendo instalado formalmente como presidente de La Iglesia Cuadrangular a finales de mayo. Sin embargo, el 1 de septiembre marca mi primer día oficial en el puesto. Estoy escribiendo en este primer día oficial y pidiéndole leer cuidadosamente y en oración, mientras comparto más sobre mis compromisos personales y mis círculos de relaciones. También estoy trazando cuatro prioridades para nuestro movimiento con las que nuestro equipo está comprometido, y a las que le pido que se nos una. Estoy comprometido a comenzar bien, establecer nuestra trayectoria para los días por venir, y correr la carrera con usted, un día a la vez. Inspirado por el ejemplo de Glenn, tengo toda la intención de terminar de la misma forma en la que comienzo hoy.

Compromisos Personales

  • Mi corazón está plenamente dedicado a amar y seguir a Jesús, buscando primero Su reino y Su justicia.
  • Estoy genuinamente enamorado de mi esposa y mantengo el compromiso de priorizar mi familia.
  • Tengo un profundo deseo de servir a Jesús y a nuestra familia Cuadrangular con humildad e integridad, rindiéndome cada día al Espíritu Santo para recibir guía y empoderamiento.
  • Mantengo una gran esperanza para la iglesia que Jesús dijo que Él edificaría. Ella es la fuerza espiritual, la presencia fiel, y la testigo profética que nuestro mundo necesita desesperadamente.
  • Me mantengo apasionadamente comprometido con el mandato de Jesús de ir a todo el mundo, predicar el evangelio del reino y hacer discípulos de todas las naciones.

También estoy consciente de que necesito su ayuda. Así que, tengo una pregunta: ¿Pudíeramos ferviente y regularmente orar el uno por el otro? Al enemigo de nuestras almas nada le encantaría más que distraernos de nuestro primer amor. Él busca dividirnos en nuestras relaciones, atraernos a enfoques al ministerio diseñados por humanos y oscurecer el enfoque de lo que Jesús nos ha llamado a hacer. Porque todos nosotros enfrentamos estos vientos espirituales en contra, estoy orando fervientemente por usted y agradecería sus oraciones por mí.

Círculos de Relación 

Un presidente Cuadrangular no lidera solo. Una de mis responsabilidades principales es liderar un equipo de mujeres y hombres que ayuden a discernir la voluntad de Dios y moldeen la dirección para nuestro movimiento. Este equipo sirve en nuestra oficina central, en mi equpo de liderazgo, en nuestra junta directiva, como supervisores de distrito y como misioneros de área. También me estaré conectando regularmente con pastores y líderes sirviendo en el campo.

En los próximos meses, tengo la intención de dar tiempo y atención significativos a estas relaciones. Mi meta es asegurar que nuestro enfoque esté en servirles a ustedes, los pastores y líderes de nuestro movimiento. Ustedes sirven a las iglesias, congregaciones, comunidades y colectivos que Jesús está constituyendo en Su Iglesia. El equipo que lidero existe principalmente para ayudarle a usted. La Cuadrangular está organizada como una entidad corporativa, lo que tiene un propósito esencial. Sin embargo, nuestra vida y misión compartidas no tratan de la corporación; trata de la iglesia local en todas sus expresiones manifiestas. Eso debe ser nuestra prioridad principal. Por lo tanto, una percepción balanceada de sus necesidades y un claro enfoque en apoyar su misión debe venir de relaciones de confianza y de apoyo mutuo a todos los niveles del liderazgo.

Cuatro Prioridades Principales

1. Oración

Un experto en investigación eclesiástica ha dicho que la iglesia occidental está en tal declive que, aparte de una intervención sobrenatural, las cosas no pueden revertirse. Dicen que la iglesia ha pasado el punto de no regreso. No sé usted, pero yo quiero hacer algo más que administrar el declive de la iglesia occidental.

Creo que la oración es la cosa más importante que podemos hacer ahora mismo, y una práctica espiritual poderosa que el Espíritu Santo siempre ha usado para renovar a la iglesia. Esto por sí solo me da tremenda esperanza. Pero también miro a la evidencia empírica que sugiere que estamos en el mayor avivamiento de oración en la historia de la iglesia, especialmente entre las generaciones más jóvenes. Hay un creciente hambre y desesperación por la intervención divina de Dios, de que Dios “rasgué los cielos, y descienda…” (Isaías 64:1).

“Creo que la oración es la cosa más importante que podemos hacer ahora mismo, y una práctica espiritual poderosa que el Espíritu Santo siempre ha usado para renovar a la iglesia”.

¿Se acuerda de la historia de Nehemías? Él inspeccionó más de 140 años de destrucción y devastación. Jerusalén había sido quemada, Judea e Israel arrasadas, y virtualmente nada quedaba del reino de David. Sin embargo, Nehemías oró en medio de una situación aparentemente imposible. Y todo cambió. Lo que estuvo en ruinas por generaciones, fue reconstruido en días.

Creo que Dios no solamente puede, sino que también quiere acelerar un avance cuando Su pueblo ora. Dios siempre está obrando en los espacios humildes, transformando nuestras vidas mientras nos acercarnos a Su presencia y buscamos Su rostro. Dios también está obrando a través de Su pueblo para alterar la trayectoria de la historia. Él hace retroceder la oscuridad, mientras ellos permanecen entregados a la oración y no le dan a El descanso (Lucas 18:1-8).

Así que, lideremos a gente que sabe cómo interceder junta. Seamos líderes que ven la importancia del tiempo pasado orando juntos. Parémonos en la brecha y luchemos contra el maligno para que podamos avanzar y ministrar bajo un cielo abierto. Oremos como si la misma misión que se nos ha confiado dependiera de ello.

2. Discipulado

 Jesús fue el más grande hacedor de discípulos en la historia. Él sin reparo compartió Su vida con unos pocos que Él estaba preparando. ¿Qué pasaría si siguiéramos Su ejemplo? ¿Qué pasaría si equiparamos gente como si la fuéramos a dejar en tres años? ¿Cómo lo haríamos? Lo haríamos como Jesús, que estaba liderando con la idea de irse. Había urgencia en Su práctica de discipulado. El futuro de la misión dependía de eso.

Descargue el Modelo de Cuatro Etapas

Es posible que hayamos perdido algo de esa urgencia en años recientes, lo que es irónico dada la historia de la Cuadrangular. Nuestra misiología engendró un movimiento global cuyo impacto es desproporcionado al tamaño de nuestra denominación. El Modelo de Cuatro Etapas, tan cuidadosamente articulado porJohn L. Amstutz, ha servido como el marco de referencia guía de La Iglesia Cuadrangular. Establece el ciclo de vida infinitamente reproducible de hacer discípulos y desarrollar una iglesia saludable.

Simplifica este proceso en cuatro etapas. En la Etapa 1, evangelizamos y hacemos discípulos. La Etapa 2 sigue con el entrenamiento de discípulos y lanzándolos al ministerio. Durante la Etapa 3, entrenamos pastores y plantamos iglesias. Con la Etapa 4, enviamos misioneros.

“Al valorar intencionalmente la relación profunda con los líderes más jóvenes, escuchándoles y compartiendo nuestras vidas con ellos, veremos una nueva generación apasionada por Jesús. Lo veo suceder”.

Como este sencillo modelo ilustra, cuando priorizamos el discipulado y el desarrollo de líderes, la plantación de iglesias y los movimientos misioneros son el resultado. Nuestra misiología es una rueda que solo gira cuando las cuatro partes están en continuo movimiento. Escucho al Espíritu Santo llamar a nuestra iglesia de vuelta a su misión de hacer discípulos. Y esto requerirá líderes experimentados que creen contextos relacionales para una generación diversa de líderes más jóvenes, dándoles acceso al equipamiento, al mentoreo y a la oportunidad.

 Al valorar intencionalmente la relación profunda con los líderes más jóvenes, escuchándoles y compartiendo nuestras vidas con ellos, veremos una nueva generación apasionada por Jesús. Lo veo suceder. Hay un enfoque emocionante en ese objetivo en los ministerios NextGen de nuestros distritos. Están trabajando juntos para establecer una cultura de discipulado entre nuestros niños y jóvenes. Creo que dará fruto y estoy emocionado de ver lo que se liberará de entre esas generaciones en los próximos años. Mi oración es que veamos una avalancha de líderes jóvenes, altamente equipados, profundamente discipulados a la manera de Jesús, que quieran plantar todo tipo de iglesias, congregaciones y comunidades siendo enviados en misión. Ellos tendrán una devoción radical a Cristo y Su reino.

Creo que eso no solamente es posible, creo que es una declaración profética. Sirvamos juntos para llevar esta visión al futuro.

3. Salud

Me han sido entregadas algunas áreas saludables dentro de nuestro movimiento para que las administre, y estoy agradecido. Esto no sucedió en un vacío. Estas áreas vibrantes son el resultado de la oración fiel, trabajo duro intencional, disciplina organizacional y valores excelentes que se viven fielmente.

Es fácil perder la salud y difícil recuperarla, por lo que en esta próxima temporada estaremos atentos para mantener la salud que disfrutamos y hacer el arduo trabajo de abordar las áreas que estén menos saludables. Nuestra meta es que cualquiera pueda mirar cualquier parte de nuestra organización o asuntos de negocios y encontrar relaciones saludables, una administración sabia de los recursos financieros, y prácticas humanitarias de los recursos humanos diseñadas para ayudar a la gente a florecer en su llamado y trabajo.

Más allá de nuestra salud organizacional y fiduciaria, me importa profundamente el bienestar físico y mental de nuestros pastores y líderes. La cuarentena del COVID-19— tanto como la incertidumbre económica, la amargura política, los disturbios sociales y los problemas de desigualdad racial y cuestiones de injusticia— han causado agotamiento, confusión, frustración y dolor a muchos. La gente está discutiendo sobre todo esto. Están discutiendo sobre lo que es verdadero. Están discutiendo sobre lo que sigue. Están discutiendo por internet, en hogares y en protestas públicas. Está sucediendo de una manera que creo nunca antes haber visto. Esas discusiones también han entrado en la iglesia, amenazando su unidad nacida del Espíritu.

La iglesia tiene una oportunidad única de brillar como un movimiento contracultural, mostrando a una nación dividida entre el rojo y el azul que hay un tercer camino. Somos la vida encarnada de Jesús. Somos una nueva humanidad (Efesios 2:15), diciéndole al mundo que somos discípulos de Jesús por la manera en que nos amamos el uno al otro (Juan 13:35). Somos bendecidos cuando somos pacificadores (Mateo 5: 9). Somos enviados como embajadores de reconciliación (2 Cor 5: 18-20). Trabajamos hacia soluciones redentoras, mientras ministramos con valentía la verdad de Jesús. Él es nuestro Consejero Maravilloso y El que sana todas nuestras enfermedades. Jesús trae claridad, restauración y vida, junto con lo cual, viene salud. Escucho al Espíritu llamándonos a ser sanadores en el nombre de Jesús.

4. Juntos

A pesar de lo difícil que ha sido la pandemia, nos ha enseñado que nos necesitamos unos a otros. No podemos darnos el lujo de hacerlo solos. La gente necesita gente, los líderes necesitan líderes y las iglesias necesitan iglesias. Es casi un cliché decirlo así, pero somos mejores juntos.

Habiendo dicho esto, no somos una familia perfecta. Y somos únicos y diversos en nuestra imperfección. Es por eso que nos damos gracia el uno al otro, porque cada uno de nosotros lleva la imagen de Dios, y juntos hacemos un retrato más completo de nuestro Creador. Como denominación, no somos mejores o peores que otros movimientos en el cuerpo de Cristo. Todos somos parte de la gran narrativa de Dios. Nuestra historia Cuadrangular es una parte notable de ella, y Dios no ha terminado de escribirla. Al entretejer todas nuestras historias en una para Su placer y propósito, el cuerpo de Cristo más amplio necesita que seamos nosotros mismos, así como necesitamos que ellos sean ellos.

“Ser este tipo de familia, este tipo de movimiento global, requiere amor incondicional, creer lo mejor el uno del otro, y siempre negarse a sí mismo por el bien de los demás”.

Para nada soy sectario, no soy denominacional por preferencia, pero estoy comprometido con la familia en la cual Jesús me colocó, y valoro las relaciones que he encontrado en ella. No es una sorpresa para mí que no seamos homogéneos o monoculturales. La Cuadrangular es increíblemente diversa en su unidad. Somos republicanos, demócratas, libertarios e independientes. Somos jóvenes, de edad mediana y no tan jóvenes. Somos padres y madres, hijos e hijas. Somos urbanos y rurales. Somos hombres y mujeres. Somos gente de todos los colores, exhibiendo cada cultura y tribu imaginable. Pero lo que tenemos en común es nuestra vida compartida en Jesús. Es mucho más grande que nuestras diferencias. Necesitamos a todos nosotros. Hay poder en la unidad y una identidad compartida como familia, cada uno de nosotros visto como significativamente llamado y bendecido por Jesús.

Creo que Dios nos diseñó así. Ser este tipo de familia, este tipo de movimiento global, requiere amor incondicional, creer lo mejor el uno del otro, y siempre negarse a sí mismo por el bien de los demás. Lo más importante, requiere mantener a Jesús a la vanguardia de nuestra adoración y propósito, mientras nos comprometemos a la comunicación honesta y clara llena de verdad y gracia–conversaciones que hablan la verdad en amor e imparten gracia.

Juntos es más que unidad que libera diversidad, es asociación y colaboración. Con la devolución del diezmo nacido del proceso de Re-imagina la Cuadrangular, los recursos alguna vez mantenidos corporativamente para la misión están ahora reubicados al nivel local. Cosas alguna vez iniciadas y supervisadas a un nivel distrital y nacional, son ahora un asunto de nuestra familia Cuadrangular asociándose y trabajando juntos de maneras sin precedentes. Espere más conversaciones alrededor de estas nuevas realidades en el futuro.

Últimas palabras

Como movimiento, veo tanto potencial. Vamos a hacer mucho juntos por Su reino porque todavía queda mucho por hacer. Estoy emocionado de ver al Espíritu Santo liberar una nueva y saludable temporada de unidad y amor mutuo entre nosotros, sostenida en oración, mientras enviamos a una nueva generación de discípulos a los campos que están listos para la cosecha. Prometo trabajar fielmente con usted hacia esa meta.

es presidente de La Iglesia Cuadrangular (Estados Unidos).
Anuncio

Deja un comentario