Las dinámicas familiares cambiantes pueden presentar una oportunidad. También pueden ser dolorosas e incómodas de navegar.
La historia de la boda en la que Cristo convirtió el agua en vino nos da un atisbo a la cambiante dinámica familiar de su propia familia (Juan 2:1-12). Este evento marcó el abrazo público de Jesús de su ministerio, Su aceptación de los eventos a desarrollarse y Su aceptación del plan de Dios para su ministerio y vida.
Este pasaje también muestra el cambio del papel de María de ser exclusivamente la madre de Jesús a ser Su seguidora y discípula.
Muchas familias luchan cuando sus hijos se convierten en adultos – pero los padres de hijos adultos deben apoyar a sus hijos a encontrar su camino y ministerio. De igual manera, los hijos adultos deben encontrar una manera de respetar continuamente a sus padres mientras buscan su propio camino.
Si usted está en medio de una transición similar, sepa que no está solo. De hecho, el Dios del universo conoce íntimamente la batalla que usted está experimentando.
Reflexione + Ore
1. ¿Su familia está cambiando de alguna manera? Ore por maneras en que usted pueda enseñar y animar un crecimiento saludable.
2. Las congregaciones crecen y cambian también con el paso del tiempo. Pídale al Señor que le haga sensible a cualquier cambio que suceda en su congregación (por ejemplo, adolescentes llegando a ser jóvenes), y que le ayude a buscar nuevas oportunidades para quienes están en un cambio.
3. Levante en oración a los líderes voluntarios, maestros, y obreros de ministerios que mantienen a las iglesias operando sin problemas durante el verano. Ore que sus vidas sean enriquecidas y bendecidas en su servicio.
4. Ore por los equipos de Foursquare Disaster Relief, que sirven en tiempos de crisis. Pídale a Dios que bendiga y movilice este ministerio y por energía y sabiduría para sus líderes.
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