Bienvenidos al Día 9 de 21 Días de Oración + Ayuno 2022. Para participar de cada día visite OracionCuadrangular.org.
El ministerio terrenal de Jesús estuvo marcado por lo milagroso: ojos ciegos se abrieron, muertos resucitaron, tormentas se calmaron con una palabra. Hoy, estamos invitados a vivir expectantes de señales y prodigios, modelando nuestras vidas según nuestro Mesías hacedor de milagros. Debemos estar seguros de que nada es demasiado difícil para nuestro Dios.
La Escritura de Hoy
“Ahora, Señor, considera sus amenazas, y permite que Tus siervos hablen Tu palabra con toda confianza, mientras extiendes Tu mano para que se hagan curaciones, señales y prodigios mediante el nombre de Tu santo Siervo Jesús».”
—Hechos 4:29-30 (NBLA)
“—Hombres de poca fe —les contestó—, ¿porqué tienen tanto miedo? Entonces se levantó y reprendió a los vientos y a las olas, y todo quedó completamente tranquilo. Los discípulos no salían de su asombro, y decían: «¿Qué clase de hombre es este, que hasta los vientos y las olas le obedecen?»”
—Mateo 8:26-27 (NVI)
“¡Ah, Señor Dios! Ciertamente, Tú hiciste los cielos y la tierra con Tu gran poder y con Tu brazo extendido. Nada es imposible para Ti”.
—Jeremías 32:17 (NBLA)
Oración + Reflexión
- Ore por quienes enfrentan tormentas tumultuosas en sus vidas y necesitan un milagro, ya sea físico, espiritual, emocional, financiero o relacionalmente.
- Ore por las comunidades locales y globales afectadas por la guerra, el hambre y los desastres naturales para que reciban provisiones milagrosas de agua limpia, alimentos, suministros médicos y ayuda que no puedan ser detenidos por la burocracia, la corrupción o las barreras físicas.
- Ore para que se levante una fe audaz en los corazones de los creyentes, que nos convirtamos en un pueblo que lucha en oración por lo milagroso en nuestras vidas y en las vidas de quienes nos rodean.
Momento de Familia
¿Qué son los milagros? Cuando vemos a Dios obrar en formas pequeñas o grandes, ¡estamos presenciando milagros! Tomen turnos para compartir pequeños milagros (avistamientos de Dios) que hayan tenido esta semana. Luego, celebren los “grandes” milagros que han visto en sus vidas. Tal vez la sanidad de una enfermedad, la provisión para pagar una deuda que parecía insuperable o alguien que llegó a conocer al Señor personalmente. Tomen papel y lápiz y escríbanle una carta a Dios. Pídanle un gran milagro específico o agradézcanle por los pequeños milagros que vemos todos los días.
