Jesús dijo: “La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. Id…’” (Lucas 10:2-3, RV1960).
Cuando Jesús habló estas palabras, no estaba diciendo que simplemente deberíamos orar por más pastores, como si la obra del evangelismo mundial debiera ser relegada a profesionales pagados. También, esta tarea no estaba solamente reservada para los 12 apóstoles.
En cambio, Jesús envió a 70 de Sus discípulos con la misma misión de proclamar el evangelio del reino en palabra y obra. No sabemos quiénes fueron estos discípulos. Tal vez algunos fueron mujeres galileas que ayudaron a financiar el ministerio de Jesús. Lo que sabemos es que todos ellos regresaron de sus viajes regocijándose en la autoridad y poder del nombre de Jesús.
Todo seguidor de Jesús está destinado a ser un obrero; todo discípulo, un hacedor de discípulos. Jesús nos envía a los lugares donde Él mismo está listo para obrar, sea una oficina, un vecindario o un colegio. Él nos pide a todos rogarle por más obreros, y en el siguiente aliento, nos pide que vayamos.
Al fielmente orar por obreros, puede que descubramos que estamos orando por nosotros mismos. Por toda la iglesia que lleve todo el evangelio a todo el mundo.
Oración + Reflexión
- Pídle a Dios renovar su pasión por Su cosecha y que le ayude a identificar las “personas de paz” alrededor suyo (Lucas 10:5-6).
- Oremos por los creyentes que no se ven como obreros en la cosecha, que las palabras de Jesús replanteen cómo se ven a sí mismos y los mueva a involucrarse en la cosecha.
- Oremos por los pueblos no alcanzados y no involucrados alrededor del mundo que actualmente no tienen a alguien que les predique el evangelio. Que Dios motive y envíe a muchos obreros de todo pueblo, nación, tribu y lengua.
Hacer discípulos es la tarea de toda la vida y debe estar acompañada de la necesidad de reproducirse en otros
Amen,gracias por guiarnos en oración tan sabiamente