Escritura de Hoy

Escritura Adicional

Reflexione en la Palabra

“El ministerio y seguir a Jesús no siempre tienen que ser difíciles”, escuché decir a un pastor hace poco. No estaban sugiriendo que la vida en Cristo nunca va a ser desafiante—eso es un pensamiento absurdo.

En cambio, querían decir que el amor de Cristo es tan inmenso que, si lo permitimos, Él nos inundará con la gloria y la grandeza de Su amor. Ese amor llenará nuestros corazones con un gozo que solo puede venir del Espíritu Santo que mora en nosotros, revelándose a Sí mismo y Su bondad hacia nosotros de maneras cada vez mayores.

En este último día de los 21 Días de Ayuno + Oración, consideremos la fuerza impulsora de nuestra existencia: el amor eterno e inmenso de Dios. Que ese amor defina nuestras vidas de una manera nueva en la temporada que tenemos por delante, dondequiera que el Señor nos lleve. Que llene cada palabra, cada acción, cada pensamiento—tanto sobre nosotros mismos como sobre el mundo que nos rodea. Que vivamos, en cada momento, en una comprensión cada vez mayor del amor de Dios, manifestado en la persona y la obra de Jesús.

Oración + Contemplación