Piet Brinksma
Piet Brinksma

Me siento fascinado cuando la gente experimenta un llamado a servir en las misiones al otro lado del mundo, y entonces gente de su país meta son llamados como misioneros en la dirección geográfica opuesta.

“Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.” (Hechos 28:30-31, RVR1960).

Este pasaje contiene las palabras finales del libro de Hechos, que comenzó en Jerusalén, donde Jesús comisionó a Sus discípulos para la misión de Dios a los confines de la tierra. Hechos termina con Pablo trayendo el evangelio del reino al pueblo de Roma, el centro de influencia de todo el mundo para esa generación.

La misión de Dios no sigue nuestras reglas de lógica. Por alguna razón, ninguna iglesia cristiana está llamada a enfocarse únicamente en su Jerusalén. Somos compañeros en las misiones a todo el mundo. El experimentar las “misiones globales” se convierte en un ingrediente revitalizante para la receta de un estilo de vida misional para nuestra iglesia.

Oración + Reflexión

  • Pídale al Señor darle a cada persona llamada a las misiones globales una muestra de cómo el reino se está expandiendo por todo el mundo.
  • Ore que la prioridad de asociarse en la misión global de Dios para tocar este mundo nos ayude a derribar muros y construir puentes en nuestras comunidades, para que todos puedan desempeñar un rol en las asociaciones del reino.
  • Ore por el empoderamiento apostólico y profético dentro de nuestro movimiento, por ánimo rebosante, provisión de recursos, estrategias y dirección para acelerar nuestro impacto misional en todo el mundo.

es el moderador del Comité de Misiones Compartidas (Shared Missions) del Concilio Global de La Iglesia Cuadrangular.
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