¿En qué pensaba Pedro cuando bajó del bote en el libro de Mateo?
Algunos piensan que era presuntuoso o quizás que simplemente así era Pedro, audaz e impetuoso. Sin embargo hay algo muy bueno que sucedió allí. Es lo que debiera ocurrir cuando oímos la palabra del Señor: fe. Para Pedro una sola palabra, “Ven”, fue suficiente (Mateo 14:29, RVR 1960).
Algo se levantó dentro de él que sobrepasó la lógica, la presión social y todo temor. Aquello fue fe-para-caminar-sobre-las-aguas. Cuando el Espíritu de Dios se mueve en nosotros con el don de fe, podremos parecer irracionales o ilógicos a los espectadores. Eso es difícil para aquellos líderes que luchan con los riesgos de distintas opciones, aún cuando “miren los números” para evaluar tales riesgos.
Siempre debemos dejar espacio para que el Señor obre más allá de nuestra sensibilidad natural—a escuchar aquel “ven” que no tiene sentido o va más allá de la lógica conocida pero que nos dirige a algo increíble que solo Dios puede hacer.
Puntos de Oración
- Pregúntele a Dios en qué áreas de su vida quiere Él que tome un gran paso de fe.
- Ore por sabiduría para discernir cuáles saltos de fe son solo impulsos humanos en contraste con las sugerencias divinas, y por la valentía de cumplir estas últimas.
- Pídale a Dios que atenúe el ruido del temor, la crítica, y la ansiedad que pudiera impedirle oír su voz.