Mi libro preferido para enseñar en nuestro Instituto Bíblico de la iglesia es 2 Timoteo. Hay algo en un Pablo abandonado, frío y solo, que me hace llorar al leer sus reflexiones sobre el ministerio pastoral y su afecto por Jesús.
Creo que Pablo estaba volviendo a 2 Timoteo 2:1-7 al finalizar su exhortación a Timoteo de “hacer la obra de evangelista” (2 Tim. 4:5, RVR1960).
- Un buen soldado sufre, y Pablo había peleado la buena batalla (vs.3-4).
- Un atleta compite de acuerdo a las reglas, y Pablo había terminado la carrera (v.5).
- Un agricultor recibe los primeros frutos de sus cultivos, y Pablo había mantenido la fe (v.6).
Muchos de nosotros vemos cómo “pelear” y “correr” pueden ser la obra de un evangelista. A menudo hay resultados tangibles e inmediatos, y podemos mirar atrás a nuestros propios esfuerzos y ver cuán duro trabajamos para extender el reino.
Pero hay algo en cuanto a “mantener la fe” que Pablo llamaría la victoria de un agricultor.
Que este año seamos pastores que crean que esperar que las semillas que hemos plantado produzcan fruto es parte de nuestro logro, aún si toma toda nuestra vida.
Oración + Reflexión
- ¿Dónde en su vida ve el esperar como un fracaso en vez de la obra fiel de un evangelista? Confiese esos ejemplos a Dios.
- Si usted estuviera enfrentando la muerte todavía esperando que las semillas del evangelio germinen, ¿tendría todavía fe que Dios produciría una cosecha? Pida a Dios más fe.
- ¿Cómo se cruza el esperar con el pleno evangelio mientras esperamos por sanidades, salvaciones, bautismos y a Jesús como nuestro Rey que Viene Pronto?
Excelente