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¿Se ha hallado alguna vez en una tormenta cuando se ha ido la luz? Es una cosa cuando sucede a mediodía pero otra muy distinta cuando ocurre en la noche. Estamos tan acostumbrados a que todo funcione con electricidad que inmediatamente se convierte en una molestia.. La oscuridad es una condición que significa la ausencia de luz. Cuando la  electricidad se va  en una tormenta, podemos sustituir nuestras luces electricas con velas o linternas , pero estas solamente son temporales.

Desde el principio del tiempo, siempre ha existido un marcado contraste entre la oscuridad y la luz. El mismísimo primer mandamiento registrado en la Biblia fue cuando Dios creó la luz por su palabra. Su presencia y poder exigen que la oscuridad sea abordada. En este escenario, Dios no maldijo a la oscuridad, sino que hizo la luz por su palabra.

Vivimos en una época en que la oscuridad está arrasando en muchos frentes. La tentación está en ser reaccionarios y dirigir en maneras que solo logran agravar la oscuridad y producir aun más confusión. En su nuevo libro Good Faith (La Buena Fe), David Kinnaman y Gabe Lyons dicen que dos de cada cinco estadounidenses creen que, cuando se trata de lo que sucede en el país hoy día, las «personas de fe» (42 por ciento) y «la religión» (46 por ciento) son parte del problema, rechazando la idea de que los individuos religiosos puedan ser parte de la solución.

En el primer sermón de Jesús a una multitud pública, les exhortó a permitir que su luz brillase para que otros pudieran ver sus buenas obras y glorificar a Dios. Para ponerlo en la perspectiva adecuada, Dios es la Luz, y hemos sido llamados a reflejarla. Al hacerlo, nos convertimos en reflectores de este antídoto a la oscuridad en el mundo que nos rodea. La iglesia estuvo en la mira de Dios desde el principio. Nos ha llamado a ser la «luz» en esta oscuridad. Y nos ha EMPODERADO por Su Espíritu. No nos hemos quedado con linternas  o velas de nuestra propia fabricación. Él nos ha equipado y exhortado a ser Su respuesta a las intenciones de nuestros enemigos de sofocar la luz.

Nos estamos reuniendo en Honolulu como una familia Cuadrangular del 30 de mayo al 2 de junio para la Conexión Cuadrangular 2016. Nos juntaremos en este evento para alabar, orar, confraternizar y escuchar la Palabra. Seremos exhortados, animados y desafiados. Y mi oración para estos días es que experimentemos una fresca nueva dimensión de Su poder para desmantelar las obras del enemigo de nuestra alma y  ser equipados para hacer lo siguiente:

  • Intencionalmente relacionarnos con la cultura.
  • Compasivamente transformar nuestras comunidades.
  • Valientemente abrazar nuestro futuro.
  • Audazmente penetrar la oscuridad.

El miércoles por la tarde, al concluir nuestro tiempo juntos, me he sentido fuertemente impulsado por el Señor a tener un servicio de comisión. Creo que debemos de contender  por una impartición del Espíritu Santo para salir de Hawaii empoderados de lo alto. Así como Jesús envió a Sus discípulos «con autoridad», yo creo que nos iremos con una fresca unción reposando sobre nuestro movimiento, no solo nacionalmente sino  globalmente.

Ore con nosotros en lo que viajamos para juntarnos  en Hawaii. Ore por un tiempo de refrigerio: en cuerpo, alma y espíritu. Ore por viajes seguros. Ore para que durante nuestra ausencia, nuestros ministerios locales florezcan en el nombre de Jesús. Ore  por nuestros oradores y líderes de alabanza para que tengan un ministerio efectivo entre nosotros. Ore por nuestros voluntarios en lo que se preparan para servir. Ore por el estado de Hawaii, que nuestra familia Cuadrangular deje una bendición divina. Ore por una hambre nueva por las cosas de Dios. Y ore, sobretodo, ¡que escuchemos lo que el Espíritu le está diciendo a la iglesia!

¡Aloha! ¡Los veo en el paraíso!

sirvió como el presidente de La Iglesia Cuadrangular de 2009-2020.
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