Debbie Chai

Debbie Chai sabe cómo se siente ser un misionero, porque ha vivido esa vida, y entiende que las personas que sirven en el campo misionero tienen las mismas necesidades y preocupaciones que todos los demás. Así que hace todo lo posible para transmitir esa realidad a su congregación, que pastorea con su esposo, Alex.

Al final, ella espera que ellos se pongan en el lugar de un misionero y sientan lo mismo que un misionero siente. Puesto de manera sencilla, si usted estuviera en el campo misionero, ¿cómo oraría?

“Nuestra meta es que la gente en nuestra iglesia aprenda a cómo preocuparse por los misioneros porque están involucrados en sus vidas”, dice ella.

Debbie conoció a Alex cuando ambos estaban sirviendo en Manila, y su experiencia en las Filipinas inspiró lo que ha llegado a ser el fundamento de su ministerio. Hoy día la pareja pastorea Word of Life (Billings West Foursquare Church) en Billings, Montana, su tercera plantación de iglesia desde 1991. Debbie inspira a su congregación a ir a las naciones y ofrecer atención y apoyo práctico a otros que entregan sus vidas para el ministerio global. A medida que el mundo sigue cambiando, dice ella, la obra de la Gran Comisión sigue siendo la misma.

“Discipulo a nuestra gente para que entiendan las misiones y aprecien a los misioneros”, explica Debbie, enfatizando que los obreros globales son personas con las mismas necesidades y preocupaciones que la gente en su iglesia. “Nuestros equipos de oración se reúnen con misioneros y realmente escuchan mientras ellos comparten lo que hay en sus corazones”, añade ella, notando que la gente demasiado a menudo está satisfecha con testimonios inspiradores, pero se queda corta en ofrecer apoyo emocional y espiritual para el misionero como persona.

Cuando los misioneros visitan Billings, Debbie y Alex animan a su personal a hospedar a las familias, con comidas pagas por la iglesia. A veces, ella y Alex llevan a los misioneros a mini vacaciones a lugares cercanos, tales como el Parque Nacional Yellowstone, y a excursiones turísticas en barco por un río local. Todo se trata de ayudar a gente real a encontrar verdadero esparcimiento cuando tienen la oportunidad de tener un respiro del ministerio.

Debbie lidera equipos de misiones a corto plazo de su iglesia, preparándose por casi un año mientras los miembros del equipo estudian el libro de los Hechos y leen libros sobre misiones. Conocer personalmente a misioneros o ser educados sobre sus necesidades ministeriales ayuda a los miembros del equipo a prepararse para servir como ministros, en vez de actuar como turistas cuando visitan el campo misionero.

Discipulo a nuestra gente para que entiendan las misiones y aprecien a los misioneros. Nuestros equipos de oración se reúnen con misioneros y realmente escuchan mientras ellos comparten lo que hay en sus corazones”. —Debbie Chai

La pareja también lleva a miembros influyentes de la iglesia y la comunidad a viajes misioneros para presentárselos a obreros locales que están en las líneas del frente del ministerio. La esperanza es que se desarrollen amistades y asociaciones que influyan en otros a involucrarse en la obra de Dios en otras naciones.

Recaudar fondos de manera “divertida” es una parte importante de discipular a la gente para las misiones, dice Debbie. Ella organiza “Canastas de Amor” el Domingo de Ramos, cuando, en canastas de regalo, se venden artículos donados a beneficio de las misiones. Un “Árbol de Donaciones” en Navidad provee a los miembros de la iglesia con detalles sobre la gente en el campo y las necesidades de sus familias. Entonces, los miembros de la iglesia llenan mochilas con implementos escolares y artículos de higiene personal para niños en el extranjero que regresan al colegio.

Debbie encuentra un lugar para cada grupo etario, aún aquellos que tal vez nunca vayan al campo misionero. Mujeres mayores en la iglesia hacen sabanitas de bebé para orfanatos que ministran a infantes. Los niños pueden donar medias y cepillos de dientes. Ella dice que todos pueden orar, aún si no pueden dar o ir.

Sobre todo, discipular a las personas para las misiones involucra amistarse con misioneros, añade Debbie. “Queremos que nuestra gente se mantenga en contacto con los misioneros y se inviertan a sí mismos en las vidas de la gente por la que nos preocupamos, mientras ellos hacer la obra del ministerio global”.

es ministro Cuadrangular ordenado, instructor en Life Pacific University y escritor independiente.
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