Randy Remington
Randy Remington

En la narrativa post-resurrección hay algo que me parece un punto de interés único; es el rápido giro que Jesús dio hacia involucrar e invitar a Sus seguidores en Su misión.

En toda su gloria, la resurrección fue una oportunidad para que Jesús se deleitara en su exoneración o vindicación. Sin embargo, Él se enfocó en invitar a otros a implementar todo lo que Su resurrección había logrado y hecho posible.

Igual como en el primer acto de creación—Dios tomó a Adán y lo colocó en el jardín para cultivarlo—de la misma manera, Jesús ahora llama a Sus seguidores a cultivar la plenitud de esta nueva creación por medio de la participación empoderada del Espíritu Santo.

  • “Suéltame,… Ve más bien a mis hermanos y diles” (Juan 20:17, NVI).
  • “Reciban el Espíritu Santo…” (Juan 20:22).
  • “No se alejen de Jerusalén, sino esperen la promesa del Padre …” (Hechos 1:4).

La llenura del Espíritu es la condición de una persona que desea ser como Jesús en carácter, y es el medio por el cual replicamos Sus obras. Por lo tanto, al acercarnos al Domingo de Pentecostés, demos la bienvenida al Espíritu Santo, que apropia todo lo que Jesús ganó para nosotros por medio de Su muerte y que es validado por Su resurrección.

Oración + Reflexión

  1. Ore que el don del Espíritu Santo descienda sobre su congregación, para que se reciban nuevas visiones y testimonios, y por receptividad de parte de todos los creyentes.
  2. Pídale a Dios darle clara dirección en cuanto a dónde Él quiere que usted esté y lo que quiere que usted haga. Ore por la paciencia para esperar o el valor para ir, lo que sea que Él pida de usted.
  3. Pídale al Señor que el don de Su Espíritu esté sobre todos los obreros de Misiones Cuadrangulares Internacionales alrededor del mundo, y que aquellas comunidades que están siendo servidas estén abiertas a Su mover.

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es presidente de La Iglesia Cuadrangular (Estados Unidos).
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