Desde el día en que las puertas se abrieron el 1 de enero de 1923, surgió un poderoso avivamiento espiritual en Angelus Temple con poder y fervor siempre en aumento. Ocho mil convertidos se arrodillaron en el altar durante los primeros seis meses, y 1,500 creyentes fueron bautizados en agua. Cientos fueron sanados y bautizados con el Espíritu Santo. Mil jóvenes hicieron un pacto juntos de servir como los Defensores (Cruzados, originalmente) Cuadrangulares de Angelus Temple (Angelus Temple Foursquare Crusaders). Y, al pasar las semanas y meses, se comenzaron nuevos alcances.
En febrero, abrió la Torre de Oración, en la que la oración no ha cesado al reunirse los hombres en turnos de dos horas durante la noche, y las mujeres orando durante el día, trayendo delante de Dios miles de peticiones que llegan por correo, teléfono y telégrafo de todo el mundo.
En el mismo mes, instituimos la escuela de entrenamiento bíblico, que en su momento, se convertiría en L.I.F.E. Bible College—el Faro del Evangelismo Cuadrangular Internacional. Para albergar esta escuela, se tuvo que erigir un edificio, pero desde el primer día de clases, quedó claro que era demasiado pequeño. Eventualmente, el edificio universitario de 5-1/2 pisos fue construido junto a la iglesia, y la pequeña estructura original fue remodelada y convertida en una casa pastoral, donde viví hasta 1936.
¡Entonces llegó el desafío de la radio! Solo había dos estaciones en Los Ángeles en 1923. Cuando me senté frente a mi aparato receptor, llegaron a mis oídos canciones, música y recitaciones con tanta claridad como si los instrumentos estuvieran siendo tocados y las voces cantando en la habitación. Y, sin embargo, estaban siendo transmitidas a millas de distancia.
Mi alma estaba emocionada con las posibilidades que este medio ofrecía para la extensión del evangelio. Aseguramos tiempo en una estación de radio y comenzamos a transmitir unos cuantos cultos. Pero persistía el pensamiento de que, si Angelus Temple tuviera su propia estación de radio, ¡podríamos transmitir casi todas las reuniones!
Representantes de las estaciones Western Electric y Times-Mirror me aseguraron que tal estación transmisora podría ser instalada en el Templo por unos $25,000. Me enteré de que ya había, en esa etapa temprana de la radio, más de 200,000 aparatos receptores dentro de un radio de 100 millas de Los Ángeles. ¡Qué oportunidad para extender el evangelio!
Extendí el desafío a la congregación y a la familia de Bridal Call. ¿Responderían con ofrendas por encima de los gastos operativos de la iglesia? Meses antes, había rechazado la sugerencia de un hermano en la junta del Templo de que se le debería solicitar $10 al mes a cada miembro de la iglesia. Contesté que primero renunciaría como pastora y construiría otra iglesia de que gravar o pedir contribuciones individuales de alguno.
“Todo en esta iglesia”, declaré, “será hecho, por la gracia de Dios, por donaciones libres de personas que den voluntariamente”.
La gente dijo que no se podría hacer de esa manera—que un emprendimiento tan gigantesco requeriría ingresos garantizados. Pero Dios proveyó para el Templo. Fue dedicado libre de deuda. Dios proveyó para los gastos operativos.
Y Dios proveyó, a través de las ofrendas de amor de Su pueblo, para la estación de radio. En febrero de 1924, KFSG—Kall Foursquare Gospel—salió al aire, transmitiendo la gloriosa canción: “Gritemos a los Vientos una Poderosa Voz, ¡Jesús Salva!”
Adaptado de Aimee: The Life Story of Aimee Semple McPherson (Aimee: La Historia de la Vida de Aimee Semple McPherson) de Aimee Semple McPherson, copyright 1979. Publicado por la Iglesia Internacional del Evangelio Cuadrangular.